Margallo promete seguir ayudando a supervivencia del Centro Español en Moscú

El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, prometió hoy a los "niños de la guerra" que España seguirá ayudando, "en la medida de sus posibilidades", a la supervivencia del Centro Español de Moscú, que hace unos años estuvo al borde de su desaparición.

En la segunda jornada de su visita de trabajo a Moscú, el ministro acudió al amplio local en el centro de la capital, que en 1965 fue cedido por la URSS al Partido Comunista Español (PCE) y desde entonces acoge a los "niños" y sus descendientes, para interesarse por su situación.

El presidente del Centro, Francisco Mansilla, explicó a Margallo que apenas quedan 110 de aquellos 3.000 "niños de la guerra" española que fueron evacuados a la Unión Soviética a partir de 1937 y que más de 60 de ellos viven en Moscú.

Tras agradecer que en 2012 volvieron a recibir subvenciones de España -después de unos años de paréntesis debido a una irregularidad-, Mansilla, ya octogenario como el resto de los "niños" supervivientes, dejó caer su esperanza de que para este año haya un incremento.

Margallo les aseguró que "ocupáis un lugar central en nuestro corazón y vamos a seguir ayudando en lo que podamos", aunque explicó que España "atraviesa por una crisis muy severa" y que "tengo un 20 por ciento del presupuesto que tenía mi antecesor" en el cargo.

Sin embargo, consideró imprescindible el mantenimiento de este lugar en el corazón de Moscú que significa -dijo- una prueba palpable de la reconciliación entre las dos Españas que se dio tras la Transición española.

"La Constitución española fue un monumento a la reconciliación nacional, significó el encuentro de las dos Españas, de los dos bandos enfrentados, el nacional y el republicano", afirmó Margallo.

"En 1977, tras las primeras elecciones y la constitución de las Cortes, uno de los momentos más emocionantes fue cuando vi a Adolfo Suárez, que venía del antiguo régimen y era falangista, levantarse para saludar a La Pasionaria", agregó.

Por ello, aseguró que "reencontrarme aquí con vosotros, que estuvisteis en un determinado bando cuando España se fracturó, es muy importante".

El ministro español de Exteriores comenzó su jornada de hoy con una visita al Centro de Visados, un organismo externalizado abierto hace dos años por el Gobierno español para hacer frente al creciente flujo de turistas rusos.

Margallo fue acompañado por los responsables y por el cónsul general de España en un recorrido por el Centro, donde se reciben los expedientes de cerca de 400.000 de los más de 800.000 visados que se dieron el año pasado.

La crisis económica en Rusia, unida a las sanciones y la depreciación del rublo, ha provocado un descenso de algo más del 10 por ciento del turismo ruso a España, desde más de 1,5 millones en 2013 a en torno 1,4 millones el pasado año.

El descenso en el número de visados fue de un 17 por ciento, especialmente tras la fuerte depreciación sufrida por el rublo este año.

Con todo, España mantiene el cuarto lugar entre los destinos preferidos por los rusos, tras Turquía, Egipto y Grecia, y por delante de Tailandia, Alemania, China o Italia.

España mantiene, en el seno de la Unión Europea (UE), una posición favorable a la facilitación de visados a los ciudadanos rusos e incluso a la eliminación de este trámite, como recordaron hoy fuentes diplomáticas.

Por ello ha retrasado al máximo, y sólo impondrá desde el próximo septiembre, el visado biométrico, un trámite que obligará a solicitar en persona el visado al menos una vez cada cinco años.

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