La secretaria de Estado adjunta para Europa
de EE.UU., Victoria Nuland, calificó anoche de "invasión" la presencia de
"miles y miles" de soldados rusos en el este de Ucrania, durante una
comparecencia ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de
Representantes.
Desde los primeros enfrentamientos de fuerzas
ucranianas con los rebeldes pro-rusos en el este de Ucrania en abril de
2014, la Casa Blanca ha evitado calificar el movimiento de tropas rusas
en Ucrania como "invasión", un término que sí había utilizado EE.UU.
para referirse a la anexión rusa de la península ucraniana de Crimea.
En respuesta a las preguntas del congresista Brian Higgins, la alta
funcionaria admitió que hay desplegados "miles y miles" de soldados
rusos en el este de Ucrania y destacó que, a esta parte del país, han
llegado gran cantidad de tanques y armamento pesado ruso desde
noviembre.
"Hemos dejado claro que Rusia es responsable del
despliegue de tropas de esta guerra. Rusia está desplegando las tropas,
encabezándolas y controlándolas", destacó.
"En términos prácticos, ¿constituye eso una invasión?", le preguntó Higgins, que exigió una respuesta de "sí o no".
"Hemos usado esa palabra en el pasado, sí", respondió Nuland,
alejándose de los términos "incursión", "violación de la soberanía
nacional" y "escalada de las agresiones" que han utilizado altos
funcionarios del Departamento de Estado en otras ocasiones.
Nuland hizo esas declaraciones después de que los líderes europeos y el
presidente de EE.UU., Barack Obama, avisaran de una reacción fuerte si
fracasa el alto el fuego acordado el pasado 12 de febrero en Minsk
(Bielorrusia).
"Juzgaremos a Rusia por sus acciones, no por sus palabras", advirtió Nuland.
"Ya hemos comenzado las consultas con nuestros socios europeos en
materia de sanciones para presionar a Rusia sobre las consecuencias de
seguir alimentando el fuego en el este de Ucrania, no cumplir los
acuerdos de Minsk o tomar más territorio como hemos visto en
Debáltsevo", añadió.
Debáltsevo es una ciudad estratégica que
enlaza los bastiones separatistas de Donetsk y Lugansk y cuyo control
perdieron el pasado 18 de febrero (tres días después de la entrada en
vigor del alto el fuego) las fuerzas ucranianas.
"Este es un
conflicto manufacturado, controlado por el Kremlin, alimentado por los
tanques rusos y las armas pesadas, financiado a costa de los
contribuyentes rusos y que cuesta la vida a los jóvenes rusos", aseveró
la alta funcionaria.
En su intervención, detalló que la Casa
Blanca ha incluido una partida para ayudar al Gobierno ucraniano de
513,5 millones de dólares en su plan de presupuesto de 2016, seis veces
más que durante el año fiscal de 2014.
Más de 6.000 personas
han muerto en el este de Ucrania desde que en abril del año pasado
estalló el conflicto armado, precedido por una sublevación prorrusa en
las regiones de Donetsk y Lugansk.
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