La oposición liberal rusa llora hoy a uno de
sus históricos líderes, Borís Nemtsov, asesinado al filo de la pasada
medianoche a pocos metros del Kremlin, y achaca su muerte al odio y la
agresividad que han ganado terreno en Rusia tras la crisis en la vecina
Ucrania.
"Las autoridades han creado un clima de odio,
enemistad y persecución al tachar de traidores a la oposición. Todo esto
no podía acabar de otra manera", dijo en el lugar de la tragedia el
exdiputado ruso Guennadi Gudkov en declaraciones a medios de
comunicación entre los que estaba Efe.
Los amigos y compañeros
del carismático opositor, asesinado de cuatro tiros en la espalda en
uno de los lugares más protegidos de Rusia, hicieron alusión a la
crítica abierta que hacía Nemtsov al Kremlin por su injerencia en los
asuntos internos de Ucrania.
Así hizo Anatoli Chubais, que al
igual que Nemtsov ocupó el cargo de viceprimer ministro en dos Gobiernos
en tiempos del primer líder de la Rusia postsoviética, Borís Yeltsin, y
que tras arrodillarse hoy en el lugar donde asesinaron a su compañero,
cargó contra los que llaman traidores a su propia gente.
"Si
los que hace unos días portaban pancartas con la leyenda 'Acabemos con
la quinta columna' hoy han podido acabar con Nemtsov, ha llegado la hora
de pensar qué puede pasar mañana", dijo en alusión a la marcha
oficialista que recorrió Moscú el pasado fin de semana para cerrar filas
con los separatistas prorrusos del este de Ucrania.
Nemtsov,
asesinado cuando paseaba por el centro de Moscú junto con una joven
amiga ucraniana, iba a ponerse mañana mismo al frente de una marcha en
un barrio de la periferia moscovita para exigir al Kremlin el fin de las
hostilidades contra Ucrania, cuyas autoridades calificaron hoy de "un
gran amigo" al fallecido opositor ruso.
El presidente
ucraniano, Petró Poroshenko, destacó que Nemtsov era "un gran amigo de
Ucrania y un gran patriota de Rusia" que "hacía de puente" entre los dos
Estados, enemistados como nunca en toda su historia contemporánea.
"El 1 de marzo debía encabezar una marcha multitudinaria para
demostrar que existe otra Rusia, que ama a Ucrania, que respeta los
derechos humanos y para la que la palabra 'libertad' significa algo",
agregó el líder ucraniano.
Nemtsov se mostró siempre en contra
de la política del Kremlin en el país vecino, tanto en la Revolución
Naranja de 2004, como en la anexión de la península de Crimea por Rusia
o, más recientemente, contra el apoyo de Moscú a los separatistas
prorrusos.
Aún no habían retirado de la calzada el cadáver del
político opositor cuando el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov,
transmitió la primera reacción a la noticia del presidente ruso, quien
aseguró enseguida que el crimen tiene todos los rasgos de un asesinato
por encargo "de carácter sumamente provocador".
Y mientras el
líder del histórico partido opositor Yábloko, Serguéi Mitrojin, exigía a
las autoridades poner todo su empeño en encontrar y castigar a los
culpables "para evitar toda sombra de sospecha", Peskov restaba
importancia a la dimensión política de la figura de Nemtsov.
"Con todo el respeto a la memoria de Borís Nemtsov, en el plano político
no representaba ninguna amenaza para la actual dirección del país ni
para el presidente. Si comparamos la popularidad de Putin (con la del
fallecido), Borís Nemtsov era poco más que un ciudadano corriente",
recalcaba el portavoz del Kremlin.
Para las autoridades rusas,
el asesinato de Nemtsov es una provocación que pretende desestabilizar
Rusia en una coyuntura política, económica y social ya de por sí
compleja, con el país cada vez más aislado por las sanciones de
Occidente y la economía, a punto de entrar en una dura recesión.
"En el contexto de las acciones planeadas para estos días por la
oposición y con el trasfondo de la situación, en general cargada de
emociones por los acontecimientos en Ucrania, (el asesinato) parece ser
una provocación", subrayó Peskov.
Avanzada ya la tarde, el
Kremlin colgó en la web de la presidencia rusa un mensaje de condolencia
de Putin a los familiares del opositor asesinado en el que prometió a
su madre, Dina Eidman, que "se hará todo por que organizadores y autores
materiales de este artero y cínico asesinato reciban su merecido
castigo".
Miles de moscovitas se acercaron hoy al lugar donde
fue asesinado Nemtsov para depositar flores en la acera donde cayó
muerto tras recibir los cuatro balazos, convertida en un altar con velas
e iconos ortodoxos.
Gente de todas las edades, desde jóvenes
adolescentes hasta ancianos de muy avanzada edad, rindieron homenaje,
muchos entre sinceras lágrimas de dolor, al fallecido opositor.
"Has muerto por nosotros y no nos lo merecemos. No lo olvidaremos ni
lo perdonaremos", rezaba el texto de una hoja de papel depositada sobre
una montaña de rosas, claveles y tulipanes que creció bajo las ventanas
del Kremlin.
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