El ministro español de Exteriores, José
Manuel García-Margallo, llegó hoy a Kiev para mostrar la solidaridad de
España en la crisis ucraniana, en la que cree que la negociación
diplomática emprendida por Francia y Alemania para frenar la guerra es
la "última oportunidad" para evitar "una nueva guerra fría".
El jefe de la diplomacia española aterrizó hoy en el aeropuerto de Kiev a
las 18:40 GMT a bordo del avión Airbus 310 de la Fuerza Aérea Española,
un viaje en el que le acompañan diecisiete empresarios españoles de
catorce firmas.
García-Margallo visita Kiev con la
responsabilidad que supone ocupar España desde el 1 de enero un asiento
no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU y sólo unos días
después de que lo hicieran el secretario de Estado de EEUU, John Kerry;
el presidente francés, Francois Hollande, y la canciller alemana, Angela
Merkel.
Su viaje se produce en un momento crítico del
conflicto ucraniano debido al recrudecimiento de los combates en el este
del país entre el Ejército y los separatistas prorrusos y mientras se
avivan los esfuerzos diplomáticos para frenar la guerra emprendidos por
los líderes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania.
El
ministro, que hoy asistió en Bruselas al Consejo de Asuntos Exteriores
de la UE, pretende mostrar su apoyo a Kiev ante el conflicto con Rusia
-que ha causado ya más de 5.600 muertos, entre ellos muchos civiles,
desde abril de 2014- y relanzar las relaciones bilaterales entre ambos
países.
Los ministros de Exteriores de la UE acordaron nuevas
sanciones contra 19 personas y nueve entidades a las que consideran
responsables de la crisis en el este de Ucrania, pero decidieron
condicionar su aplicación -aplazada hasta el próximo lunes- a la
evolución de los esfuerzos diplomáticos en los próximos días.
Así, la iniciativa diplomática franco-alemana pretende culminar un
acuerdo global en una cumbre que se celebraría este miércoles en Minsk
(Bielorrusia) con los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y de
Ucrania, Petró Poroshenko, para poner fin al conflicto con los
separatistas prorrusos de las regiones de Donetsk y Lugansk.
Fuentes diplomáticas españolas destacaron hoy la importancia de ayudar a
la paz en Ucrania, a los ucranianos, de respaldar a Francia y Alemania
en su ofensiva diplomática y, especialmente, de que la Unión Europea
tenga una unidad de acción.
García-Margallo dijo hoy en
Bruselas que "lo importante ahora es llegar a un acuerdo, Minsk II, y
sobre todo establecer mecanismos para que se aplique".
La
canciller alemana, que hoy se reunió en la Casa Blanca con el presidente
estadounidense, Barack Obama, llegó a Estados Unidos tras asistir este
fin de semana en Múnich (Alemania) a la Conferencia de Seguridad (MSC) y
encabezar junto a Hollande una intensa ofensiva diplomática para
rebajar la tensión en Ucrania.
La MSC ha aireado la división
entre el Gobierno de Obama, que baraja la posibilidad de suministrar
armas al Ejército ucraniano para combatir a los prorrusos sublevados en
el este, y Europa, más partidaria de la diplomacia y de dar más tiempo
para que las sanciones económicas a Rusia puedan dar frutos.
García-Margallo consideró que entregar armas al Ejército ucraniano
supondría "una escalada cuyas consecuencias no son previsibles" y que
llevaría a "una nueva guerra fría".
Desde el comienzo del
conflicto, España ha defendido firmemente una solución política duradera
y definitiva, en base a los acuerdos de paz de Minsk (de septiembre de
2014) y el respeto, en todo caso, de la legalidad internacional y de los
principios de soberanía, independencia e integridad territorial de
Ucrania.
Fuentes diplomáticas españolas insistieron en que se
trata de decidir si se quiere a Rusia como un socio estratégico o un
adversario, pero siempre que éste país respete la legalidad
internacional, y explicaron que García-Margallo se ha ofrecido incluso a
mediar y ha propuesto someter el contencioso de Crimea, la península
ucraniana anexionada por Rusia, origen del conflicto, al arbitraje del
Tribunal de La Haya.
La agenda de García-Margallo en Kiev se
desarrollará íntegramente mañana martes y comenzará con la inauguración
de un foro empresarial en el que participarán importantes empresas de
ambos países en sectores estratégicos como el energético, de transporte e
infraestructuras, principalmente en el sector ferroviario.
Con ello se pretende dar un impulso a los intercambios comerciales -ahora escasos- e inversiones entre ambos países.
Las mismas fuentes explicaron que la situación del país no era buena
antes del conflicto y que ahora se ha agravado con una caída del PIB un
7,5 % en 2014 y con una pérdida sensible de sus reservas de gas y
petróleo.
No se prevé cerrar ningún contrato ya que se trata
de hacer una "prospección comercial" y de analizar la situación
económica del país y las posibilidades de negocio que ofrecen los planes
de apoyo financiero de la UE y el Fondo Monetario Internacional,
añadieron las fuentes diplomáticas.
García-Margallo se reunirá
además con su homólogo, Pavlo Klimkin, con quien, además de abordar la
situación en el este, hará un repaso del estado actual de las relaciones
bilaterales y firmará un acuerdo sobre protección recíproca de
información clasificada, para después ofrecer una rueda de prensa
conjunta.
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