Los negociadores separatistas anunciaron hoy
que abandonarán Minsk, donde debían celebrarse en unas horas las
negociaciones entre Kiev y los rebeldes prorrusos, y amenazaron con
proseguir su ofensiva si el Ejército continúa sus bombardeos.
"Lamentablemente, la parte ucraniana no se presentó. De nuevo, Ucrania
rehúsa el diálogo", declaró Vladislav Deinego, negociador de la
autoproclamada república popular de Lugansk, a medios rusos.
El negociador separatista de la región de Donetsk, Denís Pushilin,
confirmó que la Cancillería bielorrusa ya informó de que "Kiev no viene y
las conversaciones han sido canceladas".
"Hoy abandonamos
Minsk", agregó Pushilin, quien había instado a Kiev a enviar a un
representante plenipotenciario y no al expresidente ucraniano Leonid
Kuchma a las negociaciones, en las que los mediadores son Rusia y la
OSCE.
A su vez, advirtió de que las milicias rebeldes
continuarán con su ofensiva para tomar el control total de las regiones
orientales de Donetsk y Lugansk si las fuerzas de Kiev siguen atacando
con armamento pesado las plazas fuertes prorrusas.
"Si el
proceso negociador se interrumpe y Kiev continúa con los bombardeos, nos
reservamos el derecho de continuar con la ofensiva" y conquistar la
totalidad de las regiones de Donetsk y Lugansk, dijo.
Los
separatistas insisten en que siempre han estado a favor de las
negociaciones y aseguraron que su prioridad es proteger a la población
civil.
"Esperamos una invitación oficial y una aclaración
sobre la fecha por parte de Rusia o la OSCE", dijo Pushilin, quien tachó
de "inadmisible" hacerles viajar en vano a la capital de Bielorrusia.
A su vez, subrayó que han cambiado las condiciones que los
separatistas plantearán en las negociaciones de Minsk, en particular en
lo que se refiere a la línea de separación de fuerzas tras el reciente
avance de las milicias rebeldes.
"La línea de separación ha
cambiado significativamente. A día de hoy, nuestras repúblicas de
Donetsk y Lugansk están dispuestas a hablar de un alto el fuego
inmediato en base a la línea de separación real", dijo, en alusión a la
situación en el frente.
Según los acuerdos de paz de Minsk,
ambos bandos se comprometieron a mantener intactas sus posiciones y a
crear una zona de seguridad de 30 kilómetros, de donde debían retirar el
armamento pesado.
Al respecto, se manifestaron hoy a favor de
ese repliegue, pero sobre la base de la nueva situación en la zona de
conflicto, en la que los rebeldes han tomado varias localidades y el
aeropuerto de Donetsk.
Además, han estrechado el cerco en torno a Debáltsevo, nudo de comunicaciones entre Donetsk y Lugansk.
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