El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, se reunió ayer en Berlín con la canciller alemana, Angela Merkel, junto a la que apremió nuevamente a Rusia a cumplir con los acuerdos de Minsk y de la que recibió elogios por las reformas económicas emprendidas en su país.
"El acuerdo de Minsk, si se cumple, puede ser la base para recuperar la integridad territorial" de Ucrania y contribuir, además, a levantar las sanciones contra Rusia, declaró en rueda de prensa conjunta la canciller, quien reclamó de Moscú "avances visibles" en su implementación.
En este sentido, aseveró que el acuerdo alcanzado entre Kiev, Moscú y los rebeldes prorrusos en la capital bielorrusa a principios de septiembre es el "instrumento" para ello.
Pero recordó que la imposición de sanciones a Rusia por su papel en la crisis de Ucrania respondió a causas concretas y que, por tanto, "sólo podrán levantarse cuando esas causas queden eliminadas".
Por otra parte, advirtió en contra de albergar demasiadas esperanzas en una posible cumbre la semana próxima en la capital kazaja, Astaná, entre el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, su homólogo ruso, Vladímir Putin, junto al jefe de Estado francés, François Hollande, y la propia canciller.
No está claro si ese encuentro llegará a celebrarse y, de tener lugar, se parte de la base de que "no llevará de un día a otro a que se cumplan todos los puntos del acuerdo de Minsk", declaró la canciller.
"Lo único que se puede hacer es intentar obtener progresos visibles y, al mismo tiempo, contar con una hoja de ruta fiable para otros puntos", dijo Merkel, quien mañana recibirá en Berlín al presidente kazajo, Nursultán Nazarbáyev.
Yatseniuk, por su parte, calificó de "cuestión clave" el cumplimiento del acuerdo de Minsk -"el único documento" que sirve de base para solucionar el conflicto, dijo- y aseguró que mientras el Gobierno de Kiev sí ha cumplido su parte, "Rusia no lo ha hecho ni en un único punto".
Además, afirmó que Ucrania se encuentra en un "estado de guerra no declarado" y subrayó que Moscú "debe actuar" y, entre otras cosas, dejar de suministrar armas y "replegar a sus guerrilleros" del este ucraniano, donde se sublevaron los prorrusos.
Previamente, Yatseniuk había llamado a Occidente, en un discurso ante la Sociedad Alemana de Política Exterior (DGAP), a mantener una postura cohesionada frente a Rusia.
"Sólo podemos tener éxito si todos en la Unión Europea, en Estados Unidos y en Ucrania permanecemos juntos y unidos", afirmó, al tiempo que acusó a Putin de romper una y otra vez los compromisos adquiridos.
Yatseniuk dijo haber abordado con la canciller las reformas en Ucrania, "muy difíciles, pero importantes", destinadas a reducir el déficit, implementar programas sociales, elevar las tarifas a niveles de mercado y combatir la corrupción, entre otros objetivos.
En este sentido, manifestó que Ucrania "necesita paquetes económicos adicionales que ayuden a estabilizar" el país, al tiempo que expresó su agradecimiento "a los contribuyentes alemanes" y prometió que los ucranianos devolverán los préstamos.
"Somos responsables y transparentes", aseguró, y aprovechó para llamar a los inversores alemanes a participar en la modernización de la red gasística de su país.
Subrayó que Ucrania ha ganado en importancia como país de tránsito del gas ruso después de que Moscú cancelara el proyecto South Stream, un nuevo gasoducto que habría evitado el territorio ucraniano para conectar directamente Rusia con la UE.
Por su parte, la canciller declaró que Alemania continuará apoyando a Ucrania en materia económica y política y reconoció que "a los ciudadanos (ucranianos) se les está exigiendo mucho".
Merkel calificó el programa de reformas ucraniano de "ambicioso" y "decidido" y expresó su esperanza de que Ucrania continúe por la senda hacia un país transparente.
Lea más: ¿Hay salida a la crisis ucraniana?>>>
Todos los derechos reservados por Rossíiskaia Gazeta.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: