La incertidumbre sobre el futuro del rublo,
que se ha devaluado más de un 50 por ciento en pocos meses, ha obligado a
muchas compañías multinacionales de todos los sectores, desde el textil
hasta la automoción, a suspender temporalmente los suministros a Rusia
para no sufrir pérdidas.
BNS Group, la corporación que dirige
en Rusia las cadenas de ropa Calvin Klein, Armani Jeans, Michael Kors y
TopShop, se ha sumado a sus competidores a la hora de cesar los
suministros.
El director general de la filial rusa de TopShop,
minorista textil británico que opera en 37 países, explicó al diario
ruso "Védomosti" que la decisión está motivada por las fuertes
oscilaciones que ha sufrido la moneda rusa en la última semana.
"El precio de coste es virtual, porque nadie sabe con qué cotización
hacer las cuentas", apuntó el ejecutivo en relación al problema con el
que se han encontrado los importadores que adquieren sus mercancías en
dólares y euros.
Sin embargo, la española Inditex, que apuesta
por Rusia como el mercado con más perspectivas para la expansión de sus
tiendas en los próximos años, desmintió a Efe la información publicada
por "Védomosti" sobre la suspensión de suministros y aseguró que éstos
continúan con normalidad.
"No ha habido ningún cambio. Las
operaciones de Inditex en Rusia continúan y van a continuar con
normalidad", subrayó una portavoz de la compañía.
Precisó que
la confusión pudo deberse al retraso de la última partida que debía
llegar esta semana a las tiendas de Rusia y aseguró que llegará a su
destino en los próximos días.
Hace tres días, en una jornada
que algunos ya han bautizado como el "martes negro", el rublo perdió el
25 por ciento de su valor y alcanzó marcas históricas negativas en su
cotización ante el dólar y el euro.
Aunque la moneda rusa
recuperó enseguida sus posiciones de comienzos de la semana, el pánico
se adueñó tanto de las empresas como de los consumidores, que
comprobaron la rapidez con la que sus inversiones y ahorros pueden
convertirse en papel mojado.
"Los precios han subido mucho.
Sin comprar casi nada ya te dejas la mitad del sueldo. La carne, los
lácteos, el pescado, todos los alimentos han subido de precio. Todo ha
subido menos el sueldo. Ni va a subir. Estamos sobreviviendo", se quejó a
Efe Olga, cocinera de profesión.
No obstante y con la notable
excepción de los alimentos, los precios de la mayoría de los bienes
importados apenas habían sufrido cambios en los últimos meses a pesar de
una continuada caída del rublo desde comienzos del año, especialmente
pronunciada a partir del pasado mes de octubre.
Muchos rusos,
sobre todo en las prósperas ciudades de Moscú y San Petersburgo, se han
lanzado esta semana a gastar sus ahorros para adelantarse a la subida de
precios generalizada que todo el mundo ya da por hecho.
Las
estanterías de las grandes superficies de electrodomésticos como M-Video
o Techno-Sila han quedado literalmente vacías en apenas tres días, como
ha podido comprobar Efe.
La multinacional sueca Ikea, que
anunció a mediados de la semana una subida de precios a partir de
mañana, suspendió ayer la venta de muebles de cocina y electrodomésticos
en sus tiendas de Rusia ante el exceso de demanda.
Los
principales fabricantes de automóviles, entre ellos el gigante General
Motors, y también la mayoría de los concesionarios han ido más lejos y
han paralizado todas las ventas en Rusia, según ha constatado el
prestigioso diario "Kommersant".
La suspensión de los
suministros y ventas, en plena campaña navideña, podría prolongarse
hasta principios del próximo mes de enero si continúa la incertidumbre
en los mercados de divisas.
Sin embargo, las autoridades rusas
aseguran que el rublo, que se mueve en torno a los 60 dólares desde
hace tres días, sigue muy infravalorado incluso tras recuperar todo lo
que había perdido a comienzos de la semana.
Aunque la caída en
los precios del petróleo, las sanciones de Occidente a Moscú por la
crisis de Ucrania y la mala situación económica de Rusia han espoleado
la depreciación de la moneda, el Kremlin considera que la moneda se
fortalecerá en las próximas semanas.
También el presidente
ruso, Vladímir Putin, que reconocía ayer que el país ha entrado en una
crisis económica, se mostró optimista con el futuro del rublo y respaldó
las medidas tomadas hasta ahora por el Banco Central para sostener la
moneda nacional.
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