El Kremlin y los separatistas prorrusos
expresaron hoy su confianza en que esta semana se reanuden las consultas
con Ucrania en Minsk con mediación de la OSCE para la firma de una
nueva tregua.
"Hemos confirmado nuestra disposición a celebrar
la reunión del Grupo de Contacto (Ucrania, separatistas, Rusia y la
OSCE) en los próximos días. Estamos haciendo todo lo posible para que se
celebre esta semana", dijo Yuri Ushakov, asesor del Kremlin, a medios
locales.
Mientras, los separatistas se mostraron convencidos
de que la reunión tendrá lugar esta semana, aunque la fecha aún está en
el aire, ya que Kiev propone el 9 de diciembre y los líderes rebeldes de
Donetsk apuestan por el día 12.
"Las negociaciones según el
formato de Minsk tendrán lugar esta semana tan pronto como Kiev confirme
la agenda, que se está abordando en estos momentos", apuntó Denís
Pushilin, negociador de la autoproclamada república popular de Donetsk.
Pushilin explicó que los insurgentes quieren discutir en la capital
bielorrusa asuntos como una nueva tregua, el repliegue de la artillería y
las lanzaderas de misiles, o el canje de prisioneros de guerra por
listas consensuadas.
Además, también insisten en tratar el
gradual levantamiento del bloqueo económico impuesto a las zonas
rebeldes por Kiev y la entrada en vigor de las leyes que conceden tres
años de autonomía a los separatistas y amnistía a los milicianos.
El dirigente rebelde acusa a Kiev de "no formular posiciones claras"
sobre el bloqueo económico -en alusión a la decisión de Kiev de
suspender los servicios bancarios y evacuar a la administración pública
de la zona- y las citadas leyes.
"Puede ser que ellos quieran
evitar decisiones concretas para ahogar económicamente a las repúblicas
populares y así eludir el necesario diálogo político con nuestros
pueblos. Pueden esperar sentados. Insistiremos en que Kiev responda con
claridad a nuestras preguntas", comentó.
La pasada semana
Ucrania y los separatistas acordaron una nueva tregua a partir del 9 de
diciembre, aunque quedaron a expensas de plasmar el acuerdo de manera
documental.
Entonces, el presidente ucraniano, Petró
Poroshenko, encomendó a los ministros de Defensa e Interior, a los
servicios de seguridad y a la Guardia Nacional que tomaran las medidas
necesarias para garantizar el cese de las hostilidades en la zona de
conflicto.
Las fuerzas gubernamentales y las milicias
separatistas acordaron a principios de esta semana un alto el fuego en
el aeropuerto de Donetsk, epicentro de los más cruentos combates desde
hace semanas, pero ambas partes se acusan desde entonces de violarlo.
El mando militar ucraniano ha reconocido que más de 400 soldados han
perdido la vida en combates con las milicias prorrusas desde el alto el
fuego declarado el pasado 5 de septiembre en Minsk.
Por el
momento, los bandos no han logrado acordar una línea de separación ni
han retirado el armamento pesado de la zona de seguridad de 30
kilómetros, a lo que se comprometieron al firmar el 19 de septiembre el
Memorándum de Paz de Minsk.
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