El ministro ruso de Asuntos Exteriores,
Serguei Lavrov, dijo hoy que las partes beligerantes en el conflicto del
este de Ucrania están cerca de un acuerdo final para un alto el fuego y
que la cuestión más difícil de resolver tiene que ver con la línea de
separación entre ellas.
"El alto al fuego se declaró y ha
resultado en una marcada reducción de a violencia, pero no ha llevado al
silencio (de las armas", declaró.
"Ahora, las conversaciones
se están produciendo directamente en el terreno", agregó, y su objetivo
es acordar el trazado de la referida línea para separar a las partes
beligerantes, a partir de la cual se debería retirar el armamento pesado
hasta una distancia de 15 kilómetros de cada lado.
Un acuerdo
preliminar de alto el fuego entre el Gobierno y los líderes de los
grupos rebeldes, que debería entrar en vigor el próximo día 9, fue
anunciado ayer, pero se confirmó también que éste todavía estaba
pendiente de firmarse.
"No es fácil, pero pienso que ahora se
está cerca de un acuerdo", sostuvo Lavrov en una rueda de prensa durante
la conferencia ministerial de la Organización para Seguridad y la
Cooperación en Europa (OSCE).
Rusia recibió ayer una retahíla
de críticas en la sesión inaugural de este foro por la anexión del
territorio de Crimea, el pasado marzo, y su apoyo a los grupos
separatistas que operan en las regiones de Donestk y Lugansk.
Para Lavrov, el Protocolo de Minsk, firmado el 5 de septiembre, se
mantiene como el único acuerdo viable y que ofrece las líneas de
actuación para resolver la situación en Ucrania.
Ese documento
establece un alto el fuego, el inicio de la descentralización del país y
la liberación de prisioneros, entre sus puntos más importantes.
Por otra parte, Lavrov criticó la intención de Estados Unidos de que
Rusia represente a los grupos separatistas ucranianos en próximas
negociaciones.
"Ellos quieren que Rusia hable en
representación de la milicia, pero es un enfoque totalmente basado en la
ideología y que busca culparnos de todo lo que pasa", declaró.
Consideró que si se trata de implementar los puntos del Protocolo de
Minsk, "no tiene sentido hacerlo sin la participación directa" de los
representantes de los grupos rebeldes.
Agregó que EEUU se
equivoca si pretende "convocar a un foro donde estemos presentes como
parte a la que se culpará por el conflicto" y le pidió "no pensar en sus
intereses ideológicos, sino en resolver el conflicto en Ucrania".
El ministro ruso también dio a entender que el Gobierno del
presidente ucraniano, Petro Poroshenko, ha incumplido con su parte el
Protocolo de Minsk, pues en lugar de lanzar una reforma constitucional
para la descentralización del país, ha decidido desligar a las regiones
del este del circuito económico y financiero nacional.
"Me
sorprende la decisión del presidente Poroshenko de cortar a las regiones
del este del sistema financiero y económico, dejarlas sin pensiones, ni
subsidio, excluirlas de la grivna (la moneda nacional)", comentó.
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