Los líderes rebeldes Alexandr Zajárchenko e
Ígor Plotnitski han sido elegidos jefes de las repúblicas populares de
Donetsk y Lugansk, respectivamente, tras recibir más del 63 % de los
votos en las elecciones separatistas del domingo.
Zajárchenko,
de 38 años, recibió más de 765.000 votos, mientras la organización que
él encabeza, República de Donetsk, fue la ganadora en las elecciones al
Parlamento separatista (Soviet Supremo), según informó hoy la Comisión
Electoral Central.
Por otra parte, Plotnitski consiguió más de
440.000 votos en la región vecina y su organización, Paz en Lugansk,
también obtuvo una clara victoria, informan las agencias rusas.
Zajárchenko, líder separatista en Donetsk desde agosto pasado,
encabezó la defensa de Donetsk desde el estallido de la sublevación
militar e incluso fue herido en los combates con las fuerzas leales a
Kiev.
"Estamos dispuestos al diálogo, pero esperamos de ellas
(las autoridades ucranianas) actuaciones adecuadas y normales", dijo
anoche tras el cierre de los colegios electorales.
Al mismo
tiempo, negó que las elecciones supongan una violación de los acuerdos
suscritos en septiembre en Minsk que contemplan tanto una declaración de
alto el fuego, como la creación de una zona desmilitarizada.
"En Minsk firmamos un documento sobre que podemos celebrar en nuestra
tierra elecciones libres. No establecía ni fechas ni formatos (...),
tampoco estipulaba con claridad que debían celebrarse justo según la
legislación ucraniana", señaló.
Mientras, Plotnitski, de 50
años, fue el primer ministro de Defensa separatista en Lugansk, tras lo
que en agosto asumió el cargo de líder de la autoproclamada república
popular.
Rusia manifestó hoy que respeta los resultados de las
elecciones celebradas en las zonas controladas por los rebeldes
prorrusos en Donetsk y Lugansk.
"Respetamos la voluntad
popular de los habitantes del sureste (de Ucrania). Las elecciones en
Donetsk y Lugansk transcurrieron en general de manera organizada y
registraron una alta participación", informó la Cancillería rusa en un
comunicado.
En opinión de Moscú, "los representantes elegidos
han recibido un mandato (...) para el restablecimiento de una vida
normal en sus regiones".
Mientras Rusia mantuvo desde un
principio que las elecciones en las zonas rebeldes permitirán a los
insurgentes elegir democráticamente a sus interlocutores en las
negociaciones con el Gobierno central de Kiev.
Kiev las
considera ilegales, ya que la ley de autogobierno que concede a los
insurgentes tres años de autonomía ya contemplaba esa posibilidad al
convocar elecciones locales en las zonas rebeldes para el 7 de
diciembre.
Por su parte, Occidente considera que las
elecciones separatistas ponen en peligro la aplicación de los acuerdos
de Minsk y el arreglo pacífico de un conflicto que ha dejado varios
miles de muertos y cientos de miles de desplazados.
Lea más: Las elecciones separatistas, un nuevo pulso entre Moscú y Kiev>>>
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