La Unión Europea (UE) respira hoy más
tranquila después de que este jueves, y tras casi seis meses de
difíciles negociaciones, Rusia y Ucrania llegasen a un acuerdo sobre el
precio y las condiciones de importación de gas ruso, lo que garantiza el
suministro hasta marzo de 2015.
"El acuerdo tiene sentido
para ambas partes y es un compromiso político que sería embarazoso
romper", señaló a Efe Annika Hedberg, analista del Centro para la
Política Europea (EPC, en sus siglas en inglés).
Hedberg
sostiene que "Rusia necesita el dinero de las importaciones de gas, y
Ucrania y la UE tienen un fuerte interés en poder superar el invierno".
Eso sí, reconoce que la situación política en Ucrania sigue siendo
"volátil" y podría recrudecerse si aumenta la presencia rusa en el este
del país o se producen nuevas sanciones de la UE a Moscú.
"Hay desarrollos que podrían desencadenar una ruptura del acuerdo", sostiene.
Christopher Granville, uno de los directores gerentes de la
consultora británica Trusted Sources, destacó en declaraciones a Efe que
una de las implicaciones políticas destacadas del acuerdo cerrado el
jueves es que Rusia y la UE han entendido que tienen que cooperar para
apoyar financieramente a Ucrania en beneficio de ambas.
El analista espera que este factor también tenga un impacto en las relaciones políticas entre los Veintiocho y Moscú.
La portavoz comunitaria Pia Ahrenkilde afirmó hoy que es muy pronto
para saber cuál será el impacto del acuerdo gasístico en las relaciones
políticas, pero reconoció que supone "ciertamente un impulso positivo en
nuestras relaciones con Rusia y en las relaciones entre Rusia y
Ucrania".
Rusia, Ucrania y la UE firmaron este jueves un
acuerdo trilateral sobre las condiciones de entrega de gas ruso a Kiev
entre noviembre y marzo del año que viene, mientras que las gasísticas
rusa Gazprom y la ucraniana Naftogaz actualizaron en paralelo el
contrato de suministro de gas que sellaron 2009 y que tiene diez años de
validez.
Rusia insistía en incluir un tercer pilar en el
acuerdo relativo a las garantías de financiación de la UE que recibirá
Ucrania, que finalmente no se plasmó sobre el papel, aunque Bruselas sí
ofreció a Moscú una serie de argumentos que ayudaron a cerrar la
disputa, al menos de manera temporal.
La CE aseguró que los
3.100 millones de dólares que Ucrania debe a Rusia por importaciones de
gas entre noviembre de 2013 y junio de este año, cuando Moscú corto el
suministro por impago, ya están bloqueados en una cuenta bancaria, y que
se desembolsarán en dos tramos: uno de 1.450 millones de dólares antes
de finales de noviembre y otro de 1.650 millones antes de finales de
diciembre.
El Ejecutivo comunitario además recuerda a Moscú
que no corre riesgo de nuevos impagos porque las importaciones futuras
de gas ruso a Ucrania solo se entregarán si Kiev realiza el pago por
adelantado.
Bruselas recalca además que Ucrania tiene recursos
para cubrir los alrededor de 1.500 millones de dólares que le costarán
los 4.000 millones de metros cúbicos de gas que necesitará este
invierno.
En concreto, la Comisión se refiere a los ingresos
de Naftogaz, los pagos de Rusia por el tránsito de su gas por territorio
ucraniano, 760 millones de euros de ayuda macrofinanciera ya
comprometidos que la UE adelantará y también 1.400 millones de dólares
del Fondo Monetario Internacional (FMI) que están a su disposición hasta
finales de año.
Ucrania solicitó además a la UE un préstamo
de 2.000 millones de euros para poder pagar el gas ruso, pero el bloque
comunitario se limitó a decir que estudiaría esta opción junto con el
FMI.
El crédito puente que solicita Kiev se sumaría a los 600
millones de euros que ya ha desembolsado la UE en el marco de dos
programas de asistencia macrofinanciera (MFA I y II, por sus siglas en
inglés), que en total ascienden a 1.610 millones de euros.
Una
vez que Ucrania satisfaga los pagos por la deuda acumulada, Rusia se
compromete a rebajar en 100 dólares (de 485 dólares a algo menos de 385
dólares por cada 1.000 metros cúbicos) el precio del gas ruso hasta
finales de marzo.
Este precio es el resultado de la aplicación
de una fórmula vinculada al coste del petróleo, que se calcula cada
seis meses, según la cual Ucrania pagará por el gas ruso 378 dólares por
cada 1.000 metros cúbicos en noviembre y diciembre y 365 dólares entre
enero y marzo del año que viene.
Lea más: Por qué la UE necesita el gas ruso >>>
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