El sector agrario rechaza que la Comisión
Europea pueda reducir los pagos directos al agricultor para compensar a
los afectados por el veto ruso, y exige que este dinero salga de
presupuestos globales o fondos extraordinarios.
De aplicarse
esta iniciativa -que debería ser respaldada aún por el Parlamento
Europeo-, el pago único por explotación que recibirán los agricultores y
ganaderos en los últimos meses de 2014 se rebajarían un 1,3 % para
pagar las compensaciones a los productores de frutas y hortalizas
afectados por el embargo ruso, según adelantó programa Agropopular
(Cope) en su última edición.
Los representantes de
Cooperativas Agro-Alimentarias y las organizaciones agrarias Asaja, COAG
y UPA, rechazaron hoy la propuesta en un desayuno de trabajo organizado
por Efeagro para analizar los principales temas de actualidad del
sector agrícola.
El director de Cooperativas Agro-alimentarias
de España, Eduardo Baamonde, opina que "es injusto que los agricultores
paguen las consecuencias" originadas tras el veto ruso, lo que
supondría obligarles a "corresponsabilizarse" de una decisión que
"tomaron otros", por lo que exige que se recurra al presupuesto
comunitario.
También atiende Baamonde, con preocupación, al
anuncio de Rusia de que amplía el embargo a los productos y alimentos de
la UE, al prohibir también la importación de harinas y grasas animales,
y otros subproductos cárnicos destinados a la alimentación.
"Cualquier aspecto que parece poca cosa, al ocurrir a gran distancia,
nos puede afectar porque el mercado es global", afirma Baamonde, tras
recordar que el sector cooperativo, hasta la fecha, "esta reaccionando y
redirigiendo exportaciones", como frutas y hortalizas, a otros lugares
pero con precios inferiores a lo normal.
Los compradores
europeos, según denuncia, están aprovechando el veto ruso para presionar
a la baja a las cotizaciones agrarias.
El director de
Relaciones Internacionales de Asaja, Ignacio López, también critica la
propuesta de la Comisión Europea de plantear que sea el sector primario
el que pague los gastos originados tras una decisión política ajena a
los agricultores y ganaderos, y que está generando una caída del mercado
interior y exterior y de los precios.
"No nos vale que la
Comisión quiera afrontar a mitad de camino esta crisis y luego deje solo
al sector, u obligue a que éste sea quien la pague", denuncia López,
quien exige que la UE recurra al presupuesto total para sufragar las
compensaciones.
López recuerda la fuerte presión que ha
provocado el veto ruso y, entre los ejemplos, figura el porcino: los
productores europeos intentan enviar ahora a China los cárnicos que no
pueden entrar en Rusia, pero allí se encuentran con la competencia de
exportadores de EEUU o Canadá, que sortean un mercado europeo igualmente
saturado.
También advierte del "efecto mariposa" que puede
provocar la última aplicación de Moscú de los productos afectados,
porque, si bien España no es un gran exportador de piensos a Rusia,
"todo presiona" y "nos puede afectar de una manera u otra" al aumentarse
aún más la volatilidad "en un mercado de por sí volátil".
"Todo lo que sea compensar a los afectados por el veto, es correcto,
pero si lo pagamos con precios a la baja en origen en el mercado y con
el presupuesto de los propios agricultores, lo estaremos pagando
doblemente y eso es injusto doblemente", coincide en detallar también el
secretario general de COAG, Miguel Blanco.
"No cabe duda que
hay que compensar a los agricultores y ganaderos afectados, pero con el
presupuesto general de la UE o con remanentes y no detrayendo ayudas de
la PAC", detalla.
"Los productores de nectarinas, melocotones,
manzanas, ciruelas y otras frutas lo han pagado caro, con una reducción
de precios de más del 50 % respecto al año pasado", asevera Blanco.
Asimismo, la carne de porcino se ha depreciado un 25 % en los tres
últimos meses y la cotización de la leche "está rayando los costes de
producción", apostilla Blanco.
El secretario general de UPA,
Lorenzo Ramos, remarca que "es una barbaridad quitar el dinero a los
agricultores" para solucionar un problema ajeno al sector agrario, por
lo que exige que la UE recurra a un presupuesto extraordinario para
afrontar el veto ruso.
Sobre la decisión de Moscú de ampliar
el embargo a subproductos para la alimentación animal, el secretario
general aclara que finalmente todas estas sanciones "tendrán
repercusiones muy directas" en los productores europeos porque, si no
pueden venderse a Rusia, habrá más presión en el resto de mercados, como
ha ocurrido con las frutas y hortalizas, los lácteos y ciertas carnes.
"Los nuevos mercados no se abren de un día para otro" y "si se mete
más producción en una zona de lo que se demanda, al final habrá una
repercusión grave" sobre los precios, agrega Ramos.
Añade que
"todos los sectores lo están pasando mal y las pérdidas son tremendas",
con fuertes caídas de precios en origen, como es el caso de las
producciones hortofrutícolas, tras el veto ruso.
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