El nuevo secretario general de la OTAN, Jens
Stoltenberg, tomó hoy posesión de su nuevo cargo con la petición a Rusia
de que cambie de rumbo y respete la legalidad internacional en Ucrania,
y la convicción de que es posible retomar una relación de cooperación
con Moscú desde una Alianza "fuerte".
"Afrontamos graves
desafíos. Algunos son familiares, otros nuevos. Pero nuestras
democracias deben continuar haciendo frente a todos y cada uno de los
retos", enfatizó el ex primer ministro noruego en su primera rueda de
prensa al frente de la organización.
Su declaración, que
abarcó los diferentes retos que tiene por delante la Alianza, estuvo
extensamente dedicada a la deteriorada relación con Rusia, con la que la
OTAN suspendió la cooperación práctica en marzo a raíz de su
intervención en la península ucraniana de Crimea.
"No hay
contradicción entre aspirar a una relación constructiva con Rusia e
impulsar una OTAN fuerte", aseguró Stoltenberg, quien añadió que una
Alianza fuerte tanto a nivel militar como político "es una precondición y
la mejor manera de establecer una relación constructiva" con Rusia de
nuevo.
El nuevo secretario general aliado recordó que en la
reciente cumbre de la OTAN celebrada en Gales (Reino Unido) a principios
de septiembre, los Estados miembros coincidieron en que Rusia "está
violando sus obligaciones internacionales y la ley internacional" en el
conflicto ucraniano.
"Pero también dijimos en la cumbre que aspiramos a una relación constructiva y de cooperación" con ese país, apuntó.
Stoltenberg consideró una "oportunidad" el alto el fuego en el este
de Ucrania entre las tropas gubernamentales y los separatistas
prorrusos, a pesar de que Moscú "mantiene su capacidad de
desestabilizar" el país con su ayuda militar a los rebeldes.
"Tenemos que ver que Rusia cambia su comportamiento y acciones en el
sentido de que cumple con la ley internacional y sus obligaciones
internacionales", agregó, dado que en la actualidad la crisis en
Ucrania, "causada por una intervención militar de Rusia", supone "el
desafío principal para la seguridad euroatlántica".
Stoltenberg subrayó que la OTAN "no busca la confrontación con Rusia",
pero que "no puede y no va a comprometer los principios sobre los que se
basan nuestra Alianza y la seguridad en Europa y Norteamérica".
Según dijo, las patrullas aéreas aliadas seguirán operando sobre el
Báltico y seguirá habiendo despliegues navales en ese mar y en el mar
Negro, así como rotación de fuerzas mientras los ejercicios continúan en
el este de Europa "por tanto tiempo como sea necesario".
"Nuestras tropas están preparadas para ser desplegadas en días. Para
demostrar que la OTAN está determinada a detener cualquier agresión",
destacó.
Recordó que el artículo V del Tratado del Atlántico
Norte, sobre la defensa de los aliados, sigue siendo "la piedra angular"
de la organización, y anunció que en los próximos días viajará a
Polonia y Turquía, aliados que invocaron el artículo IV en el pasado
para solicitar consultas colectivas al sentir amenazada su integridad
territorial, independencia política o la seguridad.
Mientras,
Rusia advirtió hoy que el nuevo secretario general de la OTAN ha
heredado un "complejo legado" de su antecesor, con el que Moscú mantuvo
unas tormentosas relaciones.
"Ha recibido un legado bastante
complejo (...) Por ello, le juzgaremos no por sus palabras, sino por
hechos concretos", afirmó Alexandr Grushko, embajador ruso ante la OTAN.
Grushko recordó que Stoltenberg tendrá que aplicar lo acordado en la
cumbre de Gales, incluido "el reforzamiento de la presencia y actividad
militar en el flanco oriental de la Alianza, en los mares Báltico y
Negro", plan muy criticado por el Kremlin.
Stoltenberg también
se refirió a la misión de combate aliada en Afganistán (ISAF), que
completará su retirada a finales de este año para dar paso a una nueva
operación de formación, asesoramiento y asistencia de las fuerzas de
seguridad afganas.
En ese sentido, mostró su satisfacción por
que el nuevo Gobierno afgano haya firmado finalmente el acuerdo de
seguridad que dará un marco legal a la presencia de tropas extranjeras
en el país desde 2015, lo que consideró un "paso decisivo".
El
nuevo secretario general puso de relieve igualmente la "inestabilidad
que se extiende" en la vecindad sur con el auge de los yihadistas del
Estado Islámico (EI), y aseguró que la OTAN apoyará a Irak para
"defenderse a sí mismo" de ese grupo terrorista si solicita ayuda para
reforzar sus capacidades de defensa.
"El EI es responsable de
atrocidades horribles", señaló, y celebró las acciones emprendidas por
Estados Unidos, diferentes aliados y otros socios regionales para
combatirlo.
Preguntado por su pasado pacifista y por si será
un secretario general más "suave" en el diálogo que su predecesor, el
danés Anders Fogh Rasmussen, Stoltenberg declaró que siempre ha estado
"a favor de la paz" a la vez que "en favor de la defensa".
Agregó que tanto él como su antecesor son "representantes de 28 países" y
que su "mayor responsabilidad es servir a todos" ellos.
"La
OTAN debe lograr un equilibrio adecuado entre el gasto, las capacidades
adecuadas y la voluntad política de hacer lo que tenemos que hacer",
aseveró.
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