El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguro hoy que no pedirá permiso "absolutamente a nadie para venderle alimentos a países amigos", tras conocerse que la UE trata de evitar que países latinoamericanos se aprovechen de un embargo de Rusia a productos europeos.
El Gobierno ecuatoriano anunció ayer que evalúa la oferta exportable que puede presentar a Rusia, tras la decisión de ese país de vetar la entrada de productos agroalimentarios de la UE, Estados Unidos y otros países occidentales y ampliar sus compras en Latinoamérica.
Durante un encuentro con medios de comunicación, preguntado por el eventual malestar que pudiera generar esta posición de Ecuador, el mandatario dijo que no tiene constancia de quejas de las instituciones europeas sobre este tema, pero que en caso de producirse recibirán la respuesta oportuna.
"Hasta donde sé Latinoamérica no es parte, al menos todavía, de la Unión Europea", dijo el gobernante.
Correa comparó esta posición europea con la que han mantenido los países europeos en temas como la venta de armas y consideró deseable que antes de expresar quejas con respecto a la posición de otros gobiernos en sus relaciones comerciales con Rusia, examinaran sus propias prácticas comerciales.
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