El secretario general de la OTAN, Anders Fogh
Rasmussen, anunció hoy la decisión de la Alianza de reforzar la
cooperación militar con Ucrania durante una visita a Kiev, cuyas
autoridades iniciaron la ofensiva sobre las ciudades rebeldes de Donetsk
y Lugansk.
"Nuestra asociación es duradera. Es fuerte. Y en
respuesta a la agresión de Rusia, la OTAN está trabajando aún más
estrechamente con Ucrania para reformar sus Fuerzas Armadas y sus
instituciones de defensa", afirmó.
Rasmussen, que recordó que
la OTAN ha suspendido (en abril) la cooperación con Rusia, dijo que la
organización tomó la decisión "de incrementar el nivel de asistencia y
cooperación con Ucrania".
El dirigente aliado, que hoy se
reunió con el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, destacó que esa
cooperación se traducirá en "más maniobras militares y más instrucción
conjunta", además de "asistencia a largo plazo para modernizar las
Fuerzas Armadas"
"Como muestra de nuestro firme apoyo y
solidaridad, hemos decidido celebrar una reunión especial con Ucrania en
la próxima cumbre de la OTAN", adelantó.
El jefe aliado se
refería a la reunión de la comisión OTAN-Ucrania que se celebrará en el
marco de la cumbre aliada del próximo 4 y 5 de septiembre en Gales,
durante la que se espera que se tomen medidas firmes sobre el conflicto
en Ucrania.
Y dejó la puerta abierta al ingreso de Ucrania en
la Alianza, aunque afirmó respetar la ley sobre la no pertenencia a
ningún bloque militar promulgada por el derrocado presidente Víktor
Yanukóvich.
A su vez, Rasmussen agregó que los aliados han
decidido "reforzar la defensa colectiva de todos los miembros de la
OTAN" y condenó los pasos dados por Rusia contra la integridad
territorial de Ucrania, en particular, al anexionarse la península de
Crimea.
El dirigente aliado subrayó que Rusia sigue viendo a
la OTAN "como un rival" y no descartó la imposición de nuevas sanciones
económicas occidentales contra Moscú si sigue interfiriendo en el
conflicto en el este de Ucrania.
"Hemos llegado a la
conclusión que Rusia no ve a la OTAN como un socio. Si lee los
documentos rusos, si escucha a sus dirigentes, verá que la ven (a la
Alianza) como un contrincante", señaló.
Rasmussen abordó con
el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, el reforzamiento de la
cooperación a través "del apoyo de la capacidad defensiva de Ucrania" en
los ámbitos técnico y material, de sistema de mando, defensa
cibernética y comunicaciones.
"Estoy aquí para ofrecer a
Ucrania y a Petró Poroshenko el apoyo político de la OTAN", escribió
Rasmussen en su cuenta de Twitter a su llegada a Kiev.
La
visita se produjo horas después de las denuncias aliadas de que Rusia ha
concentrado unos 20.000 soldados "listos para el combate" en la
frontera oriental de Ucrania, lo que ha sido negado rotundamente por el
Ministerio de Defensa ruso.
La OTAN teme que Rusia aproveche
una misión humanitaria o de pacificación como excusa para el envío de
tropas de pacificación al este de Ucrania.
El Consejo de
Seguridad Nacional y Defensa ucraniano anunciaba hoy el esperado inicio
de la ofensiva sobre las plazas fuertes de los separatistas, Donetsk y
Lugansk, después de haber reconquistado más del 75 por ciento del
territorio rebelde.
"Efectivamente, en estos momentos tienen
lugar combates en las afueras de Donetsk y Lugansk. Los militares
ucranianos realizan acciones ofensivas", dijo Andréi Lisenko, portavoz
de dicho consejo.
No obstante, negó que en la ofensiva contra
ambas ciudades esté participando la aviación y la artillería pesada,
como denuncian los insurgentes prorrusos.
Según los
insurgentes, la artillería ucraniana alcanzó hoy un hospital y varios
edificios de viviendas en el centro de Donetsk, antigua ciudad
industrial de casi un millón de habitantes que ha sido abandonada por
una gran parte de su población.
Los milicianos prorrusos
derribaron un caza MiG-29 en la localidad natal de Yanukóvich,
Yenakievo, y un helicóptero sanitario Mi-8, pese al acuerdo alcanzado
con los rebeldes para que pudiera recoger a varios soldados heridos en
combate.
Debido a los combates, Kiev decidió suspender hoy la
tregua declarada en la zona donde fue derribado a mediados de julio el
Boeing malasio con 298 personas abordo, por lo que los expertos
internacionales no podrán reanudar sus pesquisas hasta la próxima
semana.
Hoy, el 'primer ministro' de la autoproclamada república popular del Donetsk, el ruso Alexandr Borodái, anunció la dimisión.
Según informó el diario Gazeta.ru, Rusia ha negado a los insurgentes
la ayuda militar que le solicitaron para hacer frente a las fuerzas
leales a Kiev.
A su vez, fue detenido cuando intentaba
abandonar Lugansk, su alcalde, Serguéi Kravchenko, quien denunció en los
últimos días que la sitiada ciudad se encuentra al borde de una
catástrofe humanitaria, ya que carece de agua, luz, telefonía y
combustible.
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