El presidente ruso, Vladímir Putin, respondió
hoy con contundencia a las sanciones adoptadas por Estados Unidos y la
Unión Europea por el papel de Rusia en el conflicto ucraniano al
prohibir por un año las importaciones desde esos países.
Tras
varias semanas de advertencias, Putin emitió hoy un decreto que prohíbe o
limita las importaciones de productos agrícolas, materias primas y
alimentos procedentes de los países que secundaron las sanciones contra
altos funcionarios, bancos, empresas y petroleras rusas, entre otros.
El decreto firmado por el jefe del Kremlin alude a "la adopción de
medidas económicas especiales para garantizar la seguridad de la
Federación Rusa".
Estas medidas afectarán a "clases
específicas de productos agrícolas, materias primas y alimentos", lo que
podría perjudicar en gran medida a la Unión Europea, cuyas
exportaciones de carne, frutas y verduras al mercado ruso son
cuantiosas.
Aunque su dependencia de las importaciones se ha
reducido en los últimos años, Rusia es un país tradicionalmente
importador de productos agrícolas y alimenticios de países de su entorno
-Ucrania, el Cáucaso y Asia Central-, europeos y asiáticos.
Los países implicados serán aquellos que "hayan tomado decisiones sobre
sanciones económicas contra personas físicas o jurídicas rusas o se
hayan sumado a tales decisiones", añade.
Al mismo tiempo, el decreto abre la posibilidad de que el plazo de prohibición de las importaciones sea modificado.
Putin encarga al Gobierno encabezado por el primer ministro, Dmitri
Medvédev, que determine qué productos deben ver prohibida su entrada en
el mercado ruso.
Además, encomendó al Ejecutivo que aumente la
oferta de productos nacionales e impida un alza de los precios de estos
ante la reducción de las importaciones.
Para curarse en
salud, el director del departamento de negociaciones comerciales del
Ministerio de Economía, Maxim Medvédkov, aseguró hoy que las medidas
anunciadas por Putin están en consonancia con la Organización Mundial
del Comercio.
Rusia ya había prohibido la importación de
frutas y verduras de Polonia, estrecho aliado de Kiev que abogó con
especial ahínco por la introducción de sanciones contra Moscú por su
apoyo a los insurgentes prorrusos del este de Ucrania.
El Gobierno polaco no ha dudado en tachar dicha decisión rusa de "venganza".
Además, el 1 de agosto pasado Moscú introdujo un embargo a la
importación de soja, maíz y girasol de Ucrania, cuya economía depende en
buena medida del comercio con el país vecino.
El gran
beneficiado de la medida podría ser América Latina, ya que las
exportaciones de frutas, verduras y flores de ese continente no ha
dejado de aumentar en los últimos años.
De hecho, el Servicio
ruso de Inspección Agrícola y Ganadera convocó para mañana consultas
urgentes con los embajadores de Brasil, Chile y Ecuador y el encargado
de negocios de Argentina para abordar un aumento de los suministros de
alimentos.
El líder ruso ya había encargado ayer al Gobierno
"preparar medidas de respuesta" a las sanciones aprobadas por Occidente
por el apoyo de Moscú a los separatistas prorrusos en Ucrania.
"Los instrumentos políticos de presión a la economía son inaceptables,
contradicen todas las normas y reglas", aseguró entonces Putin, quien a
la sazón afirma que las sanciones permitirán incrementar la
independencia económica rusa.
Al mismo tiempo, subrayó que las
medidas deben ser tomadas "con extrema cautela, para apoyar a los
productores nacionales pero sin perjudicar a los consumidores".
En una reciente conversación telefónica con el presidente de EEUU,
Barack Obama, el líder ruso aseguró que las sanciones eran
"contraproducentes" y que "causarán graves daños a las relaciones
bilaterales y a la estabilidad internacional, en general".
Entonces, Obama advirtió a Putin de que Rusia afrontará aún más "costos y
aislamiento si no da pasos concretos" para la estabilización de
Ucrania.
Washington demanda a Rusia "presionar a los
separatistas para que accedan a un alto el fuego, apoyar una hoja de
ruta para las negociaciones y detener el flujo de combatientes y armas a
Ucrania".
EEUU y la UE adoptaron hace una semana sanciones
económicas contra Rusia por no hacer lo suficiente para rebajar la
tensión en Ucrania tras el presunto derribo por parte de los insurgentes
de un avión de Malaysia Airlines con 298 personas a bordo en una zona
bajo control rebelde.
Las sanciones occidentales, que están
dirigidas contra bancos públicos como Gazprombank, petroleras como
Rosneft y empresas del sector de la defensa, ya han obligado al Gobierno
ruso a replantear su estrategia económica y presupuestaria de cara a
este año y el próximo.
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