Los separatistas prorrusos ya no impiden el
trabajo de los expertos internacionales en el lugar donde se estrelló
hace una semana el Boeing 777 malasio con 298 pasajeros a bordo, informó
hoy el portavoz de la misión de observadores de la OSCE para Ucrania,
el canadiense Michael Bociurkiw.
En una conexión vía Skype
desde el lugar de la tragedia -un descampado junto a la localidad de
Grabovo, en el este de Ucrania- Bociurkiw explicó que los expertos
fotografían tanto el terreno como los restos del avión malasio,
presuntamente derribado por un misil en una zona controlada por los
sublevados prorrusos.
Entre los expertos hay dos australianos y
tres malasios, pero ningún ucraniano, observó el miembro de la misión
internacional de la OSCE (Organización para la Seguridad y Cooperación
en Europa).
Por otra parte, Holanda y Australia, los dos
países con más víctimas en la tragedia, firmaron hoy con Ucrania un
memorando de cooperación en la investigación de la catástrofe, de la que
han responsabilizado a los separatistas prorrusos.
"Hemos
vuelto a reiterar nuestra fidelidad a una investigación integral,
transparente y efectiva", dijo el ministro de Asuntos Exteriores
ucraniano, Pavel Klimkin, tras reunirse en Kiev con su colega holandés,
Frans Timmermans, y la jefa de la diplomacia australiana, Julie Bishop.
Dos aviones militares con los restos de 74 de las 298 víctimas del
vuelo de Malaysia Airlines partieron hoy de Járkov, en el noreste del
país, con destino a la ciudad holandesa de Eindhoven.
Otros 40
cuerpos de los fallecidos en la tragedia fueron trasladados ayer a
Holanda después de que se celebrara en la pista una ceremonia simbólica
de despedida con la presencia de cuatro féretros y honores militares.
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