Los Veintiocho abordarán mañana la situación
en la crisis en Ucrania tras el derribo de un avión comercial malasio en
territorio controlado por separatistas prorrusos y la posibilidad de
endurecer las sanciones a Rusia por no contribuir a rebajar las
tensiones.
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea
(UE) tendrán una "discusión política" sobre el impacto en la crisis del
derribo de ese avión comercial, en el que viajaban 298 personas, con
miras a aprobar unas conclusiones al respecto, indicaron hoy fuentes
comunitarias.
El debate de los ministros se producirá después
de que los presidentes de la Comisión y el Consejo Europeos hayan
expresado su consternación por la "trágica pérdida de tantas vidas", y
de que solicitaran una "investigación inmediata y meticulosa" de las
causas de la caída de la aeronave para "establecer lo antes posible
hechos y responsabilidades".
La portavoz comunitaria de
Exteriores Maja Kocijancic consideró que aún es "muy pronto para sacar
cualquier conclusión" y que para ello primero "hay que conocer los
hechos".
Sobre la posibilidad de que la UE decida intensificar
aún más sus sanciones, fuentes europeas afirmaron que "habrá que ir
paso a paso" y confiaron en que tal desastre ayude a "abrir un espacio
político" al diálogo.
El consejo de ministros dará seguimiento
a la petición el pasado miércoles que hicieron los jefes de Estado y de
Gobierno de la UE para incrementar las sanciones contra Rusia por no
hacer lo suficiente por rebajar la tensión en la crisis ucraniana.
En su reunión anterior del 27 de junio, los líderes ya habían
advertido de que habría más sanciones a Moscú si no daba pasos concretos
como "utilizar su influencia" sobre los separatistas prorrusos que han
tomado el control del este del país para que abandonaran la violencia, y
si no detenía el flujo de armas y combatientes hacia esa región a
través de su frontera.
Ahora, cuatro días después de la
catástrofe aérea, Holanda -el país con más víctimas- al igual que Reino
Unido, Francia y Alemania, coinciden en que ha llegado el momento de que
Moscú muestre su cooperación.
Hasta el incidente del avión
malayo París, Berlín y Londres se habían mostrado reticentes a llevar
más lejos las sanciones europeas contra Moscú pese a la presión
estadounidense.
Francia tiene pendiente la entrega a Rusia
-programada para el próximo otoño- de dos fragatas de tipo Mistral, un
contrato al que se ha negado a renunciar, mientras que para Alemania,
los rusos son un socio comercial de primer orden, al que compran una
parte de los hidrocarburos que necesita para su aprovisionamiento
energético.
Reino Unido, que por su parte ha acusado al
presidente ruso, Vladímir Putin, de obstaculizar la investigación sobre
la catástrofe, tiene en el centro financiero de Londres un foco de
atracción para muchos capitales rusos.
El primer paso para
intensificar el castigo se dio ya el pasado viernes cuando los
Veintiocho aprobaron por procedimiento escrito ampliar la base legal de
las sanciones comunitarias.
Ello abre la puerta a imponer la
congelación de activos a entidades que hayan apoyado material o
financieramente acciones contra la integridad territorial, soberanía e
independencia de Ucrania.
El Consejo debe trabajar ahora en
una lista de entidades sancionadas según esos nuevos criterios antes de
final de mes, tal y como pidieron los jefes de Estado y de Gobierno de
la UE.
Actualmente hay en la lista negra 72 personas y dos
entidades que fueron expropiadas en los enclaves ucranianos de Crimea y
Sebastopol, anexionados por Rusia en marzo pasado.
En su
reunión de mañana, los ministros esperan establecer formalmente una
misión bajo la Política de Defensa y Seguridad Común comunitaria que
proporcione a Kiev asesoramiento sobre reformas en el sector de la
seguridad civil en Ucrania, incluyendo la Policía.
Por otra
parte, los Veintiocho también abordarán mañana otro conflicto de gran
preocupación para la comunidad internacional como son los últimos
acontecimientos en la Franja de Gaza, donde Israel ha decidido
intervenir por tierra tras cerca de dos semanas de enfrentamientos
contra Hamás, que han dejado más de 500 muertos y 3.300 heridos.
En una declaración publicada el pasado viernes, el Consejo de la UE
deploró la muerte de tantos civiles e incidentes como el de los niños
asesinados en la playa en Gaza, que pidió que se investiguen
rápidamente, pero no se ha pronunciado en las últimas horas pese a que
el conflicto se ha intensificado el din de semana.
La UE
condena el disparo de cohetes desde Gaza hacia Israel por Hamás y otros
grupos militantes y el objetivo indiscriminado de civiles, al tiempo que
pide a Israel "actuar de manera proporcionada y garantizar la
protección de civiles", y a ambos un inmediato alto el fuego que
garantice la paz y la seguridad para israelíes y palestinos.
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