El primer ministro australiano, Tony Abbott,
dijo hoy que se tomará "muy mal" un eventual veto de Rusia a una
resolución de la ONU para acceder al lugar donde fue derribado el avión
malasio con 298 pasajeros en una conflictiva zona del este de Ucrania.
Abbott señaló que los apoyos a la resolución que promueve Australia
en el Consejo de Seguridad de la ONU aumentan y consideró que "la
decencia y la justicia requieren que esta resolución sea apoyada por
aclamación".
La disposición puede ser sometida a voto en las
próximas horas en el Consejo de Seguridad, donde Rusia tiene un asiento
permanente y derecho a veto.
El jefe del Gobierno australiano
comentó que ha hecho "lobby" personalmente con cuatro de los cinco
miembros permanentes del Consejo de Seguridad para que apoyen la
resolución promovida por Australia.
"El ánimo de los líderes
con los que he hablado es más firme y severo que en las 24 horas después
del derribo del avión, tal y como debe ser a medida que emergen datos
sobre este terrible evento", afirmó Abbot en declaraciones citadas por
el diario "Sydney Morning Herald".
Sin embargo, el embajador
ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, enfatizó que su país tiene reservas
sobre la redacción de la resolución al considerar que "no necesariamente
refleja la necesidad de una investigación parcial e internacional",
agregó la fuente.
El borrador de la resolución demanda que los separatistas prorrusos permitan el "acceso completo y sin restricciones".
"Queremos hacer lo mejor para diseñar la resolución, que bajo las
circunstancias, ninguna persona sería capaz de objetar. Eso es lo que
haremos", subrayó el primer ministro.
Previamente, Abbot
reconoció a Radio Macquarie que habló por teléfono con el presidente
ruso, Vladimir Putin, pero rehusó entrar en detalles de la conversación.
"Ha dicho cosas acertadas y ahora tiene que ser consecuente con sus
palabras", se limitó a decir Abbott, tras mostrar su confianza en
mantener el diálogo con Putin.
La ministra de Asuntos
Exteriores de Australia, Julie Bishop, ha viajado a Nueva York para
impulsar la resolución de la ONU, mientras que el exjefe de las Fuerzas
Armadas Angus Houston se encarga de coordinar en Ucrania las tareas de
rescate, inspección y recuperación de las víctimas.
Los
rebeldes han trasladado unos 200 cadáveres a un tren con vagones
refrigerados a unos 15 kilómetros del punto donde se encuentran los
restos del avión de Malaysia Airlines, que fue abatido la semana pasada
con 298 personas a bordo, 37 de ellos ciudadanos y residentes
australianos.
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