El presidente de EE.UU., Barack Obama,
conversó hoy con el secretario general de la OTAN, Anders Fogh
Rasmussen, sobre las "inaceptables" acciones de Rusia en Ucrania y las
tensiones que han generado en Afganistán las acusaciones de fraude
electoral.
"Estoy particularmente agradecido por el apoyo que
ha proporcionado Estados Unidos en respuesta a las acciones inaceptables
de Rusia en Ucrania", aseguró Rasmussen después de reunirse con Obama
en el Despacho Oval, según informó la OTAN en un comunicado.
Rasmussen aseguró que, en la cumbre de la Alianza que se celebrará en
septiembre en Gales, los Estados miembros darán "más pasos para asegurar
que la OTAN está preparada para afrontar cualquier amenaza" relacionada
con la "agresión de Rusia" en Europa del Este.
El portavoz de
la Casa Blanca, Josh Earnest, explicó a los periodistas que la
conversación sobre Ucrania se centró en "las implicaciones de la
agresión de Rusia para la seguridad europea".
"Hablaron de los
esfuerzos que Estados Unidos y otros países han estado haciendo en los
últimos meses para asegurar a todos los aliados (de la OTAN) del férreo
compromiso de la Alianza con la defensa colectiva contemplada en el
artículo 5" de la Carta de la organización, agregó Earnest.
Durante la visita, la última que Rasmussen hace a Washington como
secretario general de la OTAN antes de abandonar su cargo a finales de
este año, el funcionario también conversó con Obama sobre las
acusaciones de fraude en las elecciones de Afganistán.
"El
proceso electoral en Afganistán debe desarrollarse hasta llegar a una
conclusión transparente y creíble. Esto es vital para el futuro de
Afganistán y para la continuidad del apoyo internacional", señaló hoy
Rasmussen.
Estados Unidos ha amenazado con suspender su ayuda
financiera y de seguridad a Afganistán si se determina que el ganador en
las elecciones presidenciales se hizo con el poder de forma ilegítima,
dado que el anuncio de resultados preliminares de los comicios se ha
visto rodeado de acusaciones de fraude.
El conflicto en
Afganistán se halla en uno de sus momentos más sangrientos desde la
invasión de Estados Unidos, que propició la caída del régimen talibán en
2001.
La fuerza de la OTAN (ISAF) concluirá su misión en
Afganistán a finales de este año, pero Estados Unidos ha anunciado que
mantendrá unos 9.800 soldados en el país hasta completar su salida total
a finales de 2016.
Para ello, Estados Unidos necesita que el
candidato que finalmente asuma el poder firme cuanto antes el acuerdo
bilateral de seguridad que Karzai se negó a rubricar, un objetivo que la
OTAN apoya.
Obama y Rasmussen conversaron también hoy sobre
los preparativos para la cumbre de la Alianza en Gales, donde la OTAN
"buscará un compromiso conjunto" de los países "para revertir la caída
en la inversión de Defensa", según explicó el secretario general.
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