El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el
presidente soviético Mijaíl Gorbachov expresaron sus condolencias por la
muerte del ex presidente de Georgia, Eduard Shevardnadze, que falleció
hoy en su domicilio a la edad de 86 años.
El mandatario ruso
expresó "profundas condolencias a los familiares y allegados (de
Shevardnadze), así como a todo el pueblo georgiano", en palabras del
portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
También Gorbachov, del
que Shevardnadze fue ministro de Asuntos Exteriores en los últimos años
del régimen comunista soviético, manifestó su pésame a la familia del
fallecido.
"Éramos amigos, y lamento mucho su muerte", dijo
Gorbachov a la agencia Interfax, y calificó a Shevardnadze como una
persona talentosa y extraordinaria, que "enseguida entablaba relaciones
con todo tipo de gente, jóvenes y mayores".
"Tenía un carácter
notable, un gran temperamento georgiano. Shevardnadze era un gran
político. Hizo un gran aporte a la política exterior de la
'perestroika', era un sincero partidario de una nueva mentalidad en los
asuntos internacionales", subrayó Gorbachov.
El ex mandatario
soviético también destacó el "extraordinario papel" de Shevardnadze "en
la reunificación de Alemania, en lo asuntos europeos en general, en la
normalización de las relaciones con China, en el diálogo con Estados
Unidos".
"Quisiera destacar especialmente lo que hizo para poner fin a la carrera armamentística", concluyó.
Shevardnadze, ex ministro de Asuntos Exteriores de la Unión Soviética
y una de las figuras clave del proceso de apertura democrática de la
Unión Soviética conocido como la "perestroika", falleció a las 12.00
horas (08.00 GMT) en su casa, según el comunicado de su oficina de
prensa.
Retirado de la política activa desde 2003, cuando
dimitió de la jefatura del Estado georgiana tras la llamada Revolución
de la Rosas, Shevardnadze estaba gravemente enfermo, dijo a Efe su
secretaria privada Marina Davitashivili.
Considerado el
georgiano más famoso después de Iósif Stalin, Shevardnadze fue el
principal apoyo de Mijaíl Gorbachov en el proceso de cambios que el
líder soviético lideró entre 1985 y 1991.
Sus caminos se
apartaron en diciembre de 1990, cuando Shevardnadze dimitió públicamente
de su cargo de canciller tras denunciar que en el país se gestaba una
dictadura.
En agosto de año siguiente, el sector conservador
del Partido Comunista de la Unión Soviética protagonizó una asonada
golpista contra Gorbachov que precipitó la desintegración de la URSS.
En 1992, a su regresó a Georgia, fue nombrado presidente del Consejo
de Estado, máximo cargo del país, y tres años después fue elegido
presidente en elecciones generales, mandato que renovó en las urnas en
2000 con mayoría abrumadora.
Fue blanco fallido de atentados
en al menos dos ocasiones, que el propio político georgiano atribuyó a
los servicios de seguridad rusos.
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