La ONU dijo hoy que está registrando un
importante aumento del número de desplazados internos en el este de
Ucrania, con 16.400 casos en una semana, y de ucranianos que piden asilo
en Rusia para permanecer en este país como refugiados.
Desde
inicios de este año, 110.000 ucranianos que residían en el oriente de su
país se han trasladado a Rusia y de éstos 9.500 han pedido asilo,
precisó una portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados
(ACNUR).
"La mayoría han buscado otra forma de quedarse
legalmente (en Rusia) porque les preocupa las complicaciones que puede
suponer pedir asilo. Otros temen sufrir represalias si regresan a
Ucrania", declaró la portavoz Melissa Fleming.
Además, 700 ucranianos han pedido asilo en Polonia, Bielorrusia, República Checa y Rumanía.
En la región afectada por los enfrentamientos armados entre fuerzas
gubernamentales y milicias prorrusas, un total de 54.000 se han
convertido en desplazados desde enero.
De aquellos que la
violencia ha forzado a abandonar sus hogares, 12.000 eran residentes en
Crimea, la península de Ucrania que Rusia se anexó el pasado marzo y
donde vivía una minoría tártara de confesión musulmana, un grupo
afectado por el desplazamiento.
Más de 13.000 ucranianos,
entre los que hay 5.000 niños, se han instalado en las ciudades rusas de
Rostov del Don y Briansk, donde la mayoría están alojados en casas de
amigos o parientes.
"El salto en el número de desplazados
coincide con el deterioro de la situación en el este de Ucrania. Muchas
de las personas a las que entrevistamos han dicho que temen ser
secuestradas o víctimas de violaciones a sus derechos humanos, así como
el recorte de los servicios públicos", explicó Fleming.
Otras
situaciones que han obligado a muchos ucranianos a optar por el exilio
es que "han perdido sus medios de subsistencia, con casos en los que no
pueden seguir trabajando (en las regiones del este del país) con sus
licencias profesionales ucranianas".
"Otros han dicho que
temen que se les obligue a adquirir la nacionalidad rusa, mientras que
otros han recibido amenazas personales por sus opiniones políticas o por
su identidad lingüística o étnica", agregó.
La portavoz
reconoció que por el momento su organismo no está en posición de
verificar todas estas informaciones, pero que se basa en numerosas
fuentes, que incluyen autoridades nacionales y locales, y otras
organizaciones.
Una de las dificultades principales para
realizar una evaluación directa y completa de la situación de
desplazamiento tiene que ver con la inseguridad que impide que los
cooperantes puedan llegar a varios lugares donde hay desplazados.
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