El español David Ferrer, séptimo cabeza de
serie en Wimbledon, cayó hoy en la segunda ronda del torneo tras un
extenuante duelo que se llevó el ruso Andrey Kuznetsov, 118 del mundo,
por 6-7 (5), 6-0, 3-6, 6-3 y 6-2 en tres horas y 12 minutos.
Con la derrota de hoy, Ferrer rompió una racha de 18 grandes torneos
consecutivos alcanzando al menos la tercera ronda, que mantenía desde
que el chipriota Marcos Baghdatis le derrotó en 2010 en el segundo
partido del Abierto de Australia.
El español tan solo había
perdido ante un tenista clasificado tan abajo en el ránking de la ATP
como Kuznetsov en una ocasión, en 2008 durante el Abierto de Estados
Unidos, ante el japonés Kei Nishikori, que ocupaba entonces el puesto
126 del ránking.
El tenista de Jávea, de 32 años, había
alcanzado los cuartos de final en el All England Club los dos años
anteriores, cuando su compatriota Rafael Nadal cayó contra pronóstico en
las primeras rondas.
El séptimo favorito este año en Londres
se medía hoy por primera vez al joven ruso, de 23 años, que conquistó
Wimbledon en categoría júnior en 2009 y que ha entrado desde entonces en
cuatro ocasiones en el cuadro profesional, donde nunca había alcanzado
una tercera ronda.
Ferrer empezó con fuerza y no tardó en
imponerse al resto, en el sexto juego, ante el espigado ruso (185 kilos y
171 centímetros), que sin embargo se revolvió acto seguido y
reequilibró un duelo en el que Ferrer sufrió más de un resbalón.
A pesar de que la hierba del fondo de la pista 2 del All England club
lucía ya algo desgastada en el tercer día de competición, el español
cayó cuando trataba de alcanzar una bola y se fue al suelo con un mal
gesto que afectó a su rodilla izquierda.
El duelo se complicó
en ese punto para el español, que tuvo que sufrir como nunca para salvar
cuatro bolas de set con 4-5 y se acabó anotando ese denso parcial, de
una hora y siete minutos, en el desempate.
El joven Kuznetsov,
con energía de sobras, no aflojó en el segundo set, que Ferrer comenzó
de nuevo remando a contra corriente.
En apenas 20 minutos, el
ruso se había puesto 0-5 por delante, y Ferrer se lamentaba a gritos,
visiblemente desquiciado, de sus problemas para poner en dificultades al
resto de su rival, que se llevó el segundo parcial en blanco.
Kuznetsov requirió asistencia médica para su talón derecho entre el
segundo y el tercer set, pero esas molestias no le impidieron volver a
ganar al resto al español, que despertó por fin, tras perder siete
juegos consecutivos, para equilibrar 1-1 el parcial antes de que el
encuentro quedara definitivamente desbocado en favor de su rival.
Tras el largo paréntesis, las fuerzas parecieron volver a la diestra
el tenista español, que encerró, ahora sí, al ruso al fondo de la pista
hasta que el tercer set cayó de su lado.
Kuznetsov, sin
embargo, volvió a afrontar el cuarto set con ventaja desde el primer
juego, y Ferrer se vio obligado una vez más a desgastarse al máximo para
tratar, sin éxito, de hacerle frente.
En el quinto y definitivo set, ya sin fuerzas, el español sucumbió ante el ruso en poco más de media hora.
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