Las autoridades de Ucrania y las milicias
prorrusas se acusaron hoy mutuamente de violar la tregua acordada este
lunes, tras el alto el fuego unilateral ordenado por el presidente
ucraniano, Petró Poroshenko, como primer paso de un plan de paz para las
regiones surorientales del país.
"Los guerrilleros no cesan
los ataques contra las posiciones de las tropas ucranianas", escribió en
Facebook Vladislav Selezniov, portavoz del mando de la operación
militar que el Gobierno de Kiev que lleva a cabo en las regiones de
Donetsk y Lugansk.
Agregó que anoche, después de que líderes
prorrusos aceptaran sumarse al alto el fuego, fueron tiroteados al menos
dos puestos fortificados de las tropas ucranianas, sin que se
produjesen bajas entre los efectivos.
Los militares
ucranianos, según Selezniov, no llevan a cabo ningún tipo de operaciones
y se limitan a misiones de vigilancia y de defensa de "determinados
sectores" de la frontera de Ucrania, en alusión a la franja limítrofe
con Rusia.
Según un representante del mando de las milicias
prorrusas de Lugansk, anoche el ejército ucraniano castigó con fuego de
artillería la localidad de Privolie.
"Hay víctimas, bombardean la mina Privolnianka", dijo el portavoz de las milicias a la agencia rusa Interfax.
La tregua fue acordada este lunes en la ciudad de Donetsk, capital de
región homónima, en las primera conversaciones entre representantes del
Gobierno de Kiev y los líderes de la sublevación prorrusa desde que
estallaron los enfrentamiento armados, que en menos de tres meses.
"Hemos llegado al acuerdo de una tregua hasta las 10 de la mañana del
día 27 de julio", declaró al término de la reunión el expresidente
ucraniano Leonid Kuchma, que representó al Gobierno en las
conversaciones, en las que también participó el embajador ruso en Kiev,
Mijaíl Zurábov.
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