Las autoridades de Ucrania denunciaron hoy
que las milicias prorrusas continúan los ataques contra las fuerzas
gubernamentales tras el alto el fuego ordenado por el presidente
ucraniano, Petró Poroshenko, como primer paso de su plan de paz para las
regiones surorientales del país.
"La tregua anunciada por los
militares ucranianos sin ningún tipo de consultas con nosotros no es
reconocida por las milicias de la república popular de Donetsk", afirmó
hoy el jefe militar de la autoproclama entidad prorrusa de Lugansk, Ígor
Strelkov.
El Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de
Ucrania declaró que en las últimas veinticuatro horas se registraron al
menos siete ataques contra posiciones de las tropas gubernamentales en
las regiones de Lugansk y Donetsk, sin informar de bajas en esas
acciones.
Por su parte, la Guardia Fronteriza de Ucraniana
indicó que sus efectivos fueron atacados por los rebeldes en dos
localidades de Lugansk limítrofes con Rusia.
En una
declaración publicada en la página de Facebook de Pável Gubarev, uno de
los líderes de la sublevación prorrusa, Strelkov informó de que esta
madrugada las milicias castigaron con fuego de artillería las posiciones
ucranianas en la ladera norte del monte Karachún.
Esa altura
tiene carácter estratégico, ya que está junto a la ciudad de Slaviansk,
el principal reducto de los separatistas prorrusos en la región de
Donetsk.
Según Strelkov, en otro ataque contra las fuerzas
ucranianas, en la localidad de Oktiabrskoye, "el enemigo tuvo tres bajas
mortales y no menos de quince heridos".
El presidente de
Ucrania ordenó este viernes un alto el fuego unilateral de siete días en
la regiones surorientales del país, donde desde los combates entre las
tropas de Kiev y los rebeldes prorrusos se han cobrado centenares de
muertos.
El plan de paz del jefe del Estado incluye, entre
otras medidas, una amnistía, el desarme de las milicias y la creación de
corredores seguros para que los combatientes extranjeros puedan
abandonar el territorio de Ucrania.
"Ahora tenemos suficientes
fuerzas y voluntad política para asestar un golpe decisivo a las
formaciones armadas ilegales", afirmó anoche Poroshenko en un mensaje a
la población.
Al mismo tiempo, recalcó que, si bien Ucrania
está preparada para restablecer su integridad territorial, Kiev en estos
momentos otorga prioridad a la vía pacífica.
"El alto el
fuego iniciado por nosotros no significa que los soldados ucranianos
tengan prohibido responder el fuego", aclaró Poroshenko
En
Moscú, el presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó hoy que "hay que
conseguir el cese de todas las acciones militares" en el este de
Ucrania.
"Anoche vimos un trabajo bastante activo de la
artillería en el lado ucraniano. No podría afirmar quién lo hace, pero
esto sucede y hay que conseguir el cese de todas las acciones
militares", dijo el jefe del Kremlin a la prensa local.
Putin
insistió en que "es importante que en base a la tregua se establezca un
diálogo entre todas las partes en conflicto a fin de hallar un
compromiso aceptable para todos".
Agregó que ello es esencial
para que los habitantes de la regiones orientales de Ucrania, de mayoría
rusohablante, "sientan que son parte de ese país, que tienen los mismos
derechos ciudadanos y que estos derechos están garantizados por la
Constitución".
Putin destacó que el alto el fuego ordenado
este viernes por el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, "es, sin
duda, una parte importante de un arreglo definitivo, pues sin ello no se
puede llegar a ningún acuerdo".
Pero recalcó que "a fin de
cuentas lo más importante es el proceso político", al insistir en la
necesidad de abrir un proceso de conversaciones.
Hasta ahora
las autoridades ucranianas se niegan a entablar negociaciones con los
líderes de la sublevación en la regiones de Donetsk y Lugansk, a quienes
tachan de "terroristas".
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