El vicepresidente de Estados Unidos, Joe
Biden, reiteró hoy en conversación telefónica con el presidente
ucraniano, Petró Poroshenko, que Moscú afrontará sanciones adicionales
si no detiene el flujo de armas y militantes hacia Ucrania y pide a los
separatistas prorrusos que cesen las hostilidades.
Biden
celebró la decisión de Ucrania de declarar un cese el fuego unilateral
el 20 de junio pero expresó su preocupación ante la negativa de las
milicias separatistas prorrusas de respetar la tregua, informó la Casa
Blanca en un comunicado.
El vicepresidente celebró también la
decisión de Poroshenko de mantener el diálogo abierto con líderes
cívicos en el este del país como parte de su plan de paz.
Poroshenko informó a Biden de los ataques de los separatistas prorrusos
contra fuerzas ucranianas, que han continuado pese a la tregua declarada
esta semana.
El vicepresidente Estados Unidos reiteró que
Washington trabaja en estrecha cooperación con los líderes del G7 para
imponer sanciones adicionales a Moscú si no pide públicamente a los
rebeldes que depongan las armas y detiene el tráfico de armas y
militantes a través de la frontera con Ucrania.
Las
autoridades ucranianas denunciaron hoy que las milicias prorrusas
continúan los ataques contra las fuerzas gubernamentales tras el alto el
fuego ordenado por Poroshenko como primer paso de su plan de paz para
las regiones surorientales del país.
"La tregua anunciada por
los militares ucranianos sin ningún tipo de consultas con nosotros no es
reconocida por las milicias de la república popular de Donetsk", afirmó
hoy el jefe militar de la autoproclama entidad prorrusa de Lugansk,
Ígor Strelkov.
El Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de
Ucrania declaró que en las últimas veinticuatro horas se registraron al
menos siete ataques contra posiciones de las tropas gubernamentales en
las regiones de Lugansk y Donetsk, sin informar de bajas en esas
acciones.
Por su parte, la Guardia Fronteriza de Ucraniana
indicó que sus efectivos fueron atacados por los rebeldes en dos
localidades de Lugansk, limítrofes con Rusia.
El líder
ucraniano ordenó el viernes un alto el fuego unilateral de siete días en
la regiones surorientales del país, donde los combates entre las tropas
de Kiev y los rebeldes prorrusos se han cobrado centenares de vidas.
El plan de paz incluye, entre otras medidas, una amnistía, el desarme
de las milicias y la creación de corredores seguros para que los
combatientes extranjeros puedan abandonar el territorio de Ucrania.
En Moscú, el presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó hoy que "hay que
conseguir el cese de todas las acciones militares" en el este de
Ucrania.
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