Más de 80 guardias fronterizos ucranianos se
refugiaron en el territorio de Rusia de un ataque de las milicias
separatistas prorrusas contra su cuartel, informó hoy el Servicio
Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) de Rusia.
Los guardias
ucranianos, dos de ellos heridos, se refugiaron anoche en territorio
ruso durante un combate en el puesto fronterizo de Izvarino, declaró a
la agencia Interfax un representante oficial de la Dirección de
Fronteras del FSB para la región de Rostov.
"La parte rusa
prestó atención médica a los heridos", añadió la fuente, que precisó que
los efectivos ucranianos aún permanecen en en la franja fronteriza
rusa.
El incidente prácticamente coincidió con el anuncio por
el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, de un alto el fuego
unilateral como parte de un plan de paz para poner fin al conflicto
armado en el sureste de Ucrania, que en casi tres meses ha causado
centenares de muertos.
El alto el fuego ordenado por
Poroshenko regirá una semana, hasta el día 27, periodo en el debe
ponerse en marcha su plan paz, de 15 puntos, que incluye el desarme de
las milicias y la creación de corredores seguros para que "los
mercenarios rusos y ucranianos" puedan abandonar el territorio de
Ucrania.
El plan del presidente ucraniano, que advirtió de que
el alto el fuego unilateral no significa que las fuerzas
gubernamentales no vayan a responder a los ataques, fue recibido con
reticencias en Moscú.
En la Presidencia rusa destacaron que
"lamentablemente, el primer análisis muestra que no se trata de una
invitación a la paz, sino que es un ultimátum a los milicianos del
sureste de Ucrania para que depongan las armas".
"De momento,
(al plan) le falta un componente esencial: la propuesta de entablar
negociaciones", recalcó la oficina de prensa del Kremlin, en alusión a
que no contempla la posibilidad de diálogo con los líderes de la
sublevación prorrusa.
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