Los combates en el este de Ucrania prosiguen
con más fuerza después de que los insurgentes prorrusos se hayan negado
a deponer las armas como lo exigieron anoche las autoridades en Kiev,
informó hoy el Ejército ucraniano.
El portavoz de la operación
antiterrorista, Vladislav Selezniov, informó a la agencia rusa Interfax
del inicio de la fase activa de la ofensiva en la ciudad de Krasni
Limán de la región de Donetsk, baluarte de la sublevación prorrusa.
"Los guerrilleros se han negado a deponer las armas, por lo que las
fuerzas que participan en la operación antiterrorista están reforzando
sus posiciones a fin de cercar al enemigo", explicó.
Selezniov
agregó que el Ejército repelió anoche a un grupo de rebeldes que
intentó romper el cerco de las tropas cerca de la ciudad de Slaviansk,
escenario de encarnizadas escaramuzas desde hace meses.
Señaló que en el curso de la noche pasada no hubo bajas mortales entre las filas de las Fuerzas Armadas.
Entretanto, los prorrusos de la región de Donetsk han denunciado
ataques por las tropas contra las ciudades de Séversk y Artiómovsk de la
región de Donetsk.
Los militares ucranianos "están
ametrallando el pueblo de Zakótnoye, la ciudad de Séversk. Los
insurgentes responden con fuego, se está librando un encarnizado combate
con el uso de armamento pesado por parte de las tropas", dijo un
portavoz de los prorrusos.
Agregó que los rebeldes han conseguido "alcanzar a un caza Su-25 pero no lo derribaron".
Según los testimonios de los insurgentes, el pánico se ha apoderado
de la ciudad y los vecinos de los barrios residenciales se refugian en
los sótanos de sus casas.
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