El vicepresidente de Estados Unidos, Joe
Biden, se comprometió este miércoles con el presidente ucraniano, Petro
Poroshenko, a impulsar nuevas sanciones contra Rusia si el Kremlin no
colabora para poner fin a la crisis en el este de Ucrania.
Estados Unidos trabajará con sus socios internacionales para imponer
futuras sanciones a Rusia si no detiene el flujo de armas y combatientes
a través de la frontera -con Ucrania- y no ejerce su influencia sobre
los separatistas prorrusos para que cesen la violencia y abandonen las
armas, explicó la Casa Blanca en un comunicado.
En una
conversación telefónica con Poroshenko, Biden aplaudió la decisión del
presidente ucraniano de declarar el alto de fuego unilateral y el cese
temporal de la lucha armada contra los separatistas prorrusos en el
sureste del país.
El Departamento de Estado estadounidense
celebró este miércoles también la intención del Gobierno ucraniano de
conceder la amnistía a los separatistas que depongan las armas
voluntariamente.
Poroshenko frenó con su anuncio la intención
que tenía la Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania de votar ayer mismo
una petición al jefe del Estado para que declarara la ley marcial en
Donetsk y Lugansk, las dos regiones rebeldes declaradas independientes
de Ucrania por sus líderes insurgentes prorrusos.
La apuesta
por dar una nueva oportunidad a la paz llegó justo después de una
conversación telefónica entre Poroshenko y Putin, la primera que
mantuvieron ambos mandatarios sin mediación de los líderes occidentales,
como había ocurrido durante la conmemoración del desembarco en
Normandía.
Poroshenko, que no precisó cuándo ordenará a sus
tropas cesar las acciones militares, indicó que el alto el fuego será
breve, un período durante el cual las formaciones armadas ilegales
deberán deponer las armas y abandonar el país si lo desean.
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