El corresponsal de la Radio Televisión
Estatal de Rusia (VGTRK, en sus siglas en ruso) Ígor Korneliuk murió hoy
tras ser herido de gravedad en un bombardeo de morteros en las afueras
de la ciudad oriental ucraniana de Lugansk, informó el subdirector del
hospital en que falleció, Serguéi Babenko.
"El hombre que
ingresó con documentación a nombre de Ígor Korneliuk falleció en la mesa
de operaciones 35 minutos después de llegar al hospital", dijo Babenko a
la agencia rusa Interfax.
Otro miembro del equipo de
televisión que cayó bajo el fuego de mortero, el técnico de sonido Antón
Voloshin, se encuentra desaparecido, según VGTRK.
"No sabemos
nada de Antón, aún no hemos podido comunicarnos con él", señalaron en
la oficina de prensa de la radiotelevisión rusa.
Sin embargo,
fuentes de la república popular de Donetsk, región ucraniana vecina de
Lugansk, aseguraron a la agencia RIA Nóvosti que Volóshin murió en el
acto.
El cámara Víktor Denísov, el tercer miembro del equipo,
sobrevivió al ataque gracias a que se encontraba a unos 200 metros de
sus compañeros, según explicó él mismo en una conexión en directo con la
televisión.
Korneliuk es el segundo periodista que muere
desde el inicio de la operación antiterrorista lanzada hace dos meses
por Kiev contra los insurgentes prorrusos en el sureste del país.
El reportero gráfico italiano Andrea Rocchelli falleció a finales de
mayo también por fuego de mortero en las afueras de la ciudad de
Slaviansk, bastión de la rebelión prorrusa y escenario de los combates
más encarnizados entre los milicianos y las fuerzas ucranianas.
Junto a Rocchelli también murió su traductor, el activista por los derechos humanos ruso Andréi Mirónov.
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