Rusia aseguró hoy que espera que la nueva
emisaria de la OSCE para Ucrania, Heidi Tagliavini, logre un alto el
fuego en el este de ese país y contribuya al inicio del diálogo entre
ambos bandos enfrentados.
"Esperamos que Tagliavini trabaje
activamente en el cumplimiento de los puntos claves de la hoja de ruta
(de la OSCE), especialmente a la hora de lograr un acuerdo sólido para
el inmediato cese de la violencia", informó la Cancillería rusa en un
comunicado.
Moscú también confía en que la diplomática suiza
contribuya "a crear las condiciones para el inicio de un auténtico
diálogo con la participación de todas las fuerzas políticas y regiones
del país".
La nota oficial recuerda que Rusia siempre ha
apoyado el cumplimiento de la hoja de ruta presentada en su momento al
presidente ruso, Vladímir Putin, quien ha demandado insistentemente el
cese de la violencia.
"Precisamente, en apoyo de los esfuerzos
de la OSCE para la aplicación de la hoja de ruta, el embajador ruso en
Ucrania, Mijaíl Zurábov, toma parte en diversas consultas en Kiev",
señaló.
El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, que tomó
posesión de su cargo el sábado, aseguró ayer tras reunirse en Kiev con
Tagliviani: "Debemos declarar un alto el fuego esta misma semana".
"Cada día que muere gente, cada día que Ucrania paga tan alto precio, es inaceptable para mí", subrayó.
Para ello, aseguró que, "primero, hay que restablecer el
funcionamiento de las fronteras de Ucrania para garantizar la seguridad
de cada ciudadano de Ucrania que vive en el Donbass, independientemente
de sus simpatías políticas".
En respuesta, los separatistas de
las regiones rebeldes de Donetsk y Lugansk manifestaron hoy que no se
creen las promesas del nuevo presidente y que son las fuerzas
gubernamentales las que deben declarar un alto el fuego, ya que ellos
únicamente se defienden.
Poroshenko anunció nada más ser
investido un plan de paz para el arreglo del conflicto en el este del
país, aunque descartó cualquier clase de negociación con los insurgentes
prorrusos.
"Se trata de dialogar con ciudadanos pacíficos. No
vamos a hablar con los bandidos", agregó, en alusión a los dirigentes
separatistas de Donetsk y Lugansk, que proclamaron el pasado 12 de mayo
su independencia tras sendos referendos separatistas.
Al
respecto, anunció una amplia amnistía para aquellos milicianos que no
hayan cometido delitos de sangre y propuso crear "un corredor para los
mercenarios rusos que quieran regresar a sus casas".
Putin
saludó el plan de paz de Poroshenko, pero exigió que ponga fin de
inmediato a la ofensiva contra los bastiones prorrusos.
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