Las autoridades ucranianas informaron hoy del
repliegue del puesto fronterizo situado en la ciudad de Lugansk y
hostigado desde hace tres días por los insurgentes prorrusos que quieren
abrir la frontera con la vecina Rusia.
"Debido a reiterados
ataques de numerosos grupos de guerrilleros bien armados (...), la
comandancia y el puesto de la guardia fronteriza de Lugansk han sido
trasladados a lugares más seguros para garantizar la vigilancia de la
frontera estatal", señala un comunicado del Servicio de Guardafronteras
de Ucrania (SGU).
Los milicianos de la llamada república
popular de Lugansk, que se ha declarado independiente de Ucrania,
desmintieron al SGU y aseguraron haber tomado hoy el control de la
unidad.
Los insurgentes lanzaron su primer ataque sobre el
puesto fronterizo el pasado lunes, en el que ha sido hasta ahora una de
los combates más largos en la lucha armada que enfrenta desde hace más
de un mes a los rebeldes y las fuerzas ucranianas en las regiones
prorrusas de Lugansk y Donetsk.
Según las últimas
informaciones, cerca de diez asaltantes murieron y ocho guardias
fronterizos resultaron heridos, cuatro de ellos de gravedad, en los
combates que se prolongaron durante más de 18 horas sin éxito para los
milicianos.
Los dirigentes de la república popular de Lugansk
han reconocido que su intención es liberar la frontera con la Federación
Rusa, en la que querrían integrarse.
Esta mañana, los
milicianos también tomaron una base de la Guardia Nacional de Ucrania en
la ciudad de Lugansk tras varias horas de intenso intercambio de
disparos entre las partes, como reconoció el propio cuerpo armado
ucraniano.
Los combates que en las últimas 24 horas se han
registrado por todo el norte de las rebeldes regiones de Donetsk y
Lugansk han causado más de 300 milicianos prorrusos muertos y otros 500
heridos, aseguró hoy el portavoz de la operación antiterrorista lanzada
por Kiev contra los insurgentes, Vladislav Selezniov.
"Esa
cifra es exagerada y supera en decenas de veces a nuestras bajas reales.
La parte ucraniana ha sufrido más bajas que nosotros", reaccionó el
primer ministro de la autoproclamada república popular de Donetsk,
Alexandr Borodai.
Tras casi dos meses desde el comienzo de las
operaciones militares para recuperar el control de las regiones
rebeldes, las fuerzas gubernamentales no han logrado vencer la
resistencia de los prorrusos.
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