El borrador de resolución presentado hoy por
Rusia en la ONU para exigir un alto el fuego en Ucrania no recibió el
apoyo de Occidente y provocó la indignación de Kiev, que ha calificado
el movimiento de "cínico e inmoral".
Moscú, que desde ayer
ocupa la presidencia mensual del Consejo de Seguridad, convocó una
reunión de urgencia del máximo órgano de decisión de Naciones Unidas
para presentar al resto de miembros su propuesta para detener la
violencia en Ucrania.
El texto ruso exige un "cese inmediato
de las hostilidades" en el sureste de Ucrania, solicita a las partes que
se comprometan a un "alto el fuego sostenible" y les pide la apertura
de "corredores humanitarios" que permitan a los civiles que lo deseen
abandonar las zonas donde hay combates y dar ayuda a la población en
esas áreas.
El embajador de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin,
aseguró en declaraciones a los periodistas que es necesario que el
Consejo de Seguridad actúe cuanto antes para frenar el deterioro de la
situación en Ucrania y poner fin a la violencia.
"Hay que
hacer algo ahora", señaló Churkin, que aseguró que por ello el borrador
propuesto por Moscú no tiene tintes políticos y se centra únicamente en
cuestiones humanitarias.
Sin embargo, el texto -que no se
sometió a votación- fue rechazado por las potencias occidentales, según
reconoció el propio representante ruso, que se refirió a ellas como los
"sospechosos habituales".
Estados Unidos consideró hoy una
hipocresía que Rusia pida el fin de la violencia en Ucrania cuando al
mismo tiempo hay fuerzas irregulares y armas que entran en el país desde
Rusia y Moscú no ha hecho nada para detener a los separatistas
prorrusos.
Por su parte, el embajador francés, Gérard Araud,
criticó en Twitter que Rusia proponga una resolución sobre la situación
humanitaria en Ucrania y se oponga a una sobre Siria, "donde la
situación es mucho peor".
Más allá fue el representante
permanente de Ucrania ante la ONU, Yuriy Sergeyev, quien consideró
"cínico e inmoral" el movimiento por parte de Rusia en el Consejo de
Seguridad, cuando sigue "ocupando" territorio ucraniano y respaldando a
los rebeldes del este del país.
Sergeyev, que ni siquiera
quiso comentar el contenido del borrador, aseguró que el texto es
"innecesario", pues ya hay otros como el pactado en las conversaciones
de Ginebra que deben aplicarse.
Preguntado por los periodistas
acerca de si tenía previsto someter el texto a voto próximamente,
Churkin dijo que Rusia aún no ha decidido el siguiente paso.
Mientras, sobre el terreno, los combates entre fuerzas gubernamentales y
insurgentes prorrusos en Ucrania llegaron hoy a la frontera con Rusia
cuando un grupo de milicianos rebeldes atacó un puesto de la guardia
fronteriza.
Según el Servicio de Guardafronteras de Ucrania,
cerca de medio millar de rebeldes atacaron durante la madrugada la
comandancia situada en la ciudad de Lugansk, a pocos kilómetros de la
frontera.
Al menos cinco asaltantes murieron, mientras varios
guardias fronterizos resultaron heridos en los combates, que se
prolongaron durante casi toda la jornada, con breves treguas para
evacuar a los heridos.
El secretario general de la ONU, Ban
Ki-moon, informó hoy de que durante el fin de semana mantuvo una
conversación con el presidente electo de Ucrania, Petro Poroshenko, al
que instó a utilizar medios pacíficos para reafirmar la soberanía de
Kiev sobre su territorio y a iniciar un diálogo con el presidente ruso,
Vladimir Putin.
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