Los combates entre fuerzas gubernamentales y
insurgentes prorrusos en Ucrania llegaron hoy a la frontera con Rusia
cuando un grupo de milicianos rebeldes atacó un puesto de la guardia
fronteriza.
Según el Servicio de Guardafronteras de Ucrania,
cerca de medio millar de rebeldes atacaron durante la madrugada la
comandancia situada en la ciudad de Lugansk, a pocos kilómetros de la
frontera.
Al menos cinco asaltantes murieron, mientras varios
guardias fronterizos resultaron heridos en los combates, que se
prolongaron durante casi toda la jornada, con breves treguas para
evacuar a los heridos.
El ataque tomó desprevenidos a los
guardias fronterizos, que esperaron en vano toda la jornada la llegada
de refuerzos, aunque repelieron una y otra vez los golpes de los
rebeldes, quienes contaban con lanzagranadas, morteros y bazocas.
Según la agencia oficial rusa RIA-Nóvosti, una decena de reservistas
ucranianos llamados recientemente a filas se rindieron a los prorrusos.
Los milicianos informaron en un comunicado de que, debido a los
combates, la población civil de la zona, en la periferia de la capital y
junto a la frontera rusa, tuvo que ser evacuada.
Los
dirigentes de la "república popular de Lugansk", que proclamó su
independencia el pasado 12 de mayo tras celebrar un referéndum
separatista, dijeron hoy que su intención es liberar la frontera con la
Federación Rusa, en la que querrían integrarse.
"Este era uno
de nuestros planes y ahora estamos llevándolo a la práctica. Estamos
liberando nuestra tierra", aseguró Valeri Bolótov, líder separatista en
Lugansk.
En respuesta, el Gobierno de Kiev recurrió a la
aviación para dispersar a los rebeldes por medio de un ataque desde el
aire que destruyó dos posiciones de morteros rebeldes, aunque
seguidamente los insurgentes reanudaron el asalto.
Al parecer,
según fuentes insurgentes citadas por las agencias rusas, la aviación
atacó también el edificio del Gobierno regional en el centro de Lugansk,
donde murieron cinco personas y hubo varios heridos graves, aunque sólo
dos bajas mortales han sido confirmadas por los servicios sanitarios.
"En el ataque contra el edificio gubernamental murió la ministra de
Sanidad, Natalia Arjípova", aseguraron los separatistas en un
comunicado.
Según el corresponsal de RIA-Nóvosti, el ataque
aéreo dejó "muchos muertos y heridos" y provocó un incendio en el
inmueble, cuya fachada quedó "seriamente dañada".
Por su
parte, según la agencia Interfax, "cazabombarderos ucranianos lanzaron
en el centro de la ciudad un proyectil, que estalló cerca de la sede de
la Administración regional, donde tienen su base los dirigentes de la
'república popular de Lugansk'".
"Hay muchos muertos y heridos entre los rebeldes y la población civil", agregó.
No obstante, las autoridades de Kiev negaron que un avión de guerra
de las Fuerzas Aéreas ucranianas hubiera bombardeado hoy el centro de
Lugansk.
"Ataque aéreo no hubo, ni lo pudo haber. La explosión
en el edificio del Gobierno regional de Lugansk se produjo debido al
inepto uso de armas de fuego y sustancias explosivas", explicó Vladislav
Selezniov, portavoz de la "operación antiterrorista" contra los
bastiones del este rusohablante.
Por otra parte, Rusia convocó
hoy una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU para
presentar una propuesta de resolución sobre Ucrania que exigirá el cese
inmediato de la violencia para negociar un alto el fuego duradero y la
apertura de "corredores humanitarios" en el este prorruso.
"Cada día muere más gente, aumenta el sufrimiento de los civiles (...)
sigue el uso de tropas, aviación y armamento pesado; ametrallan barrios
residenciales como se puede ver prácticamente en vivo", protestó en
rueda de prensa el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
Rusia "exigirá el cese inmediato de la violencia y el inicio de
negociaciones con el objetivo de garantizar el alto el fuego sólido y
seguro" en Ucrania, subrayó.
"Queremos que el Consejo de
Seguridad demande que no se obstruya la salida de la gente pacífica y el
envío de ayuda humanitaria a esas zonas de combate", agregó.
Lavrov también censuró que no se han cumplido los pronósticos de
Occidente, según los cuales tras las elecciones presidenciales del 25 de
mayo la situación en Ucrania se estabilizaría.
"Todo ha sido al revés", resaltó.
Mientras, durante el Consejo OTAN-Rusia en Bruselas los aliados
instaron a Moscú a dejar de apoyar a los separatistas, suspender el
suministro de armas y replegar de una vez por todas a sus tropas de la
frontera con Ucrania.
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