Al menos cinco milicianos murieron hoy en el
combate que continúa desde hace más de siete horas entre insurgentes
prorrusos y las fuerzas gubernamentales por el control de la comandancia
de la Guardia Fronteriza de Ucrania en la ciudad de Lugansk, a muy
pocos kilómetros de la frontera con Rusia.
"Las últimas
informaciones indican cinco muertos y ocho heridos por parte de los
milicianos y hasta diez heridos entre los guardafronteras", informó a
las agencias locales Oleg Slobodián, jefe de prensa del Servicio de
Guardafronteras de Ucrania (SGU).
Aunque Slobodián lamentó la
falta de ayuda por parte de las fuerzas de la operación antiterrorista
lanzada por Kiev contra los rebeldes, el Gobierno informó de un ataque
desde el aire a los insurgentes que habría logrado "dispersar a los
terroristas" (como llaman a los rebeldes prorrusos del sureste de
Ucrania).
Mientras, los milicianos de la llamada república
popular de Lugansk, autoproclamada independiente del resto de Ucrania,
señalaron en un comunicado que la población civil de la zona, en la
periferia de la capital de la región homónima, está siendo evacuada.
Los combates entre el ejercito ucraniano y los prorrusos continúan
con especial virulencia desde hace una semana, cuando el Gobierno de
Kiev relanzó la operación antiterrorista horas después de que
concluyeran las elecciones presidenciales en las que el magnate Petro
Poroshenko se proclamó ganador.
Decenas de insurgentes (hasta
200 según algunas fuentes), varios civiles y al menos una docena de
soldados ucranianos han perdido la vida en los enfrentamientos armados
que continúan desde entonces en el sureste de Ucrania.
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