Las autoridades georgianas se han dirigido a
expertos chilenos en la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación
creada en ese país latinoamericano para pedirles ayuda en la puesta en
marcha de un órgano similar en Georgia, reveló hoy a Efe el diputado
georgiano Leván Berdzenishvili.
"Hemos enviado cartas a
destacados expertos jurídicos chilenos, a los que pedimos compartir su
experiencia y les invitamos a Georgia. Nos interesa mucho el camino
recorrido por Chile, que ha podido consolidar la democracia tras vivir
un pasado complejo", dijo Berdzenishvili, diputado del gubernamental
"Sueño Georgiano".
Berdzenishvili, que a finales de los años
70 del siglo pasado pasó tres años en prisión por su actividad
antisoviética, anunció que una delegación parlamentaria georgiana de la
que él forma parte viajará el próximo 5 de junio a México para indagar
sobre la experiencia de ese país en la renovación del poder.
El Parlamento georgiano aprobó en 2011 la llamada "Carta de la
Libertad", que limita la actividad pública de todas las personas que
colaboraron con los servicios secretos de la Unión Soviética u
ostentaron cargos importantes en el Estado comunista del que formó parte
Georgia.
El ministerio georgiano de Interior maneja los
nombres de unas 100.000 personas a los que afectaría la "Carta de la
Libertad" y de los cuales siguen vivas unas 15.000, que tampoco podrán
presentarse a cualquier proceso electoral.
"Conozco
personalmente a varias personas que deberán abandonar los cargos que
ocupan en la actualidad, aunque no puedo decir sus nombres", apuntó
Berdzenishvili.
La comisión parlamentaria de la que forma
parte Berdzenishvili también trabaja en el desmantelamiento y la lucha
contra los símbolos soviéticos que todavía abundan en algunas zonas del
país, patria del dictador Iosif Stalin.
A unos 80 kilómetros
de Tiflis, en la ciudad de Gori, patria chica de Stalin, las
estalinistas han abierto un museo dedicado a la figura del genocida.
Los defensores de la importancia histórica de Stalin también quieren
devolver a Gori un monumento de siete metros de altura del dictador,
desmontado hace cuatro años por las autoridades georgianas.
Berdzenishvili recordó que, según la actual legislación del país, los
intentos de instalar en lugares públicos "cualquier símbolo de las
ideologías totalitarias comunista y fascista" se castigan con multas de
1.000 lari (unos 590 dólares).
El diputado señaló que aunque
el museo de Stalin de Gori no será cerrado, sí deberá incluir una
exposición sobre las víctimas del régimen estalinista.
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