Japón negó hoy haber interferido en las
maniobras militares conjuntas de China y Rusia en aguas disputadas del
Mar de China Oriental, a raíz del incidente entre aviones militares
chinos y nipones que se produjo el pasado sábado en esta zona.
El incidente tuvo lugar cuando dos cazas chinos volaron inusualmente
cerca de sendos aviones militares de Japón en el Mar de China Oriental,
donde se solapan las zonas de identificación aérea de los dos países y
donde se encuentra un grupo de islotes cuya soberanía se disputan ambos
países.
Después de que Japón protestara la acción de las
aeronaves chinas el Ministerio de Defensa chino acusó ayer a los aviones
militares japoneses de "invadir" su zona de identificación de defensa
aérea (ADIZ), donde China y Rusia llevaban a cabo ejercicios aéreos y
navales conjuntos.
El ministro portavoz nipón, Yoshihide Suga,
negó hoy este extremo y subrayó en declaraciones recogidas por la
agencia Kyodo que los aviones japoneses llevaron a cabo en todo momento
"señales de advertencia" y "actividades de vigilancia" acordes al
Derecho internacional.
El Ministerio de Defensa nipón aseguró
que uno de los aviones chinos pasó a escasos 30 metros de una aeronave
de vigilancia OP-3C de las Fuerzas de Auto Defensa (Ejército) y que una
hora más tarde otro caza voló a unos 50 metros de un YS-11EB (avión
nipón destinado a labores de inteligencia).
A raíz del suceso las Fuerzas de Auto Defensa desplegaron de urgencia sus propios cazas tras el encontronazo.
Esta maniobra de despegue urgente es ejecutada por los pilotos de
combate cuando la presencia excesivamente cercana de un aparato
extranjero hace posible una violación del espacio aéreo nacional.
El momento del incidente las dos aeronaves niponas se encontraban
vigilando un ejercicio naval conjunto entre China y Rusia llevado a cabo
cerca de aguas territoriales japonesas.
Este suceso ocurrido
sobre el Mar de China Oriental ha reavivado la tensión entre los dos
países, cuyas relaciones se han visto deterioradas en la última década
en parte por los desacuerdos en torno a esta zona geográfica.
En los últimos años Pekín ha reivindicado cada vez con mayor insistencia
su soberanía sobre los islotes Senkaku (Diaoyu en chino), que se
encuentran a unos 150 kilómetros al noreste de Taiwán y que administra
Japón.
El conflicto subió de tono después de que en 2012 el
Gobierno nipón comprara tres de los islotes de manos de su dueño nipón, a
lo que China respondió con la creación el pasado noviembre de una Zona
de Defensa de Identificación Aérea (ADIZ) que se solapa con la japonesa e
incluye al disputado archipiélago.
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