El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia
denunció hoy que el segundo informe sobre la situación en Ucrania de la
Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos carece
de toda objetividad y cumple un "encargo político".
"Nos vemos
hoy en la necesidad de constatar que el informe tiene poco en común con
el estado de cosas en Ucrania en materia de derechos humanos", declaró
el portavoz de la cancillería rusa, Alexander Lukashévich.
Según el diplomático ruso, "la falta absoluta de objetividad, las
flagrantes incongruencias y los 'dobles raseros' no dejan dudas de que
los autores (del informe) cumplían un encargo político para 'blanquear' a
las autoproclamadas autoridades de Kiev".
Lukashévich indicó
que el informe señala "cínicamente" que las causas de la masacre del
pasado 2 de mayo en la ciudad de Odessa, donde murieron 48 personas por
el incendio en la Casa de los Sindicatos, fueron "las acciones de
ciertos activistas prorrusos".
"Causa sorpresa que en las más
de treinta páginas del informe no figuren las manifestaciones neonazis y
de nacionalismo agresivo en Ucrania", agregó.
El portavoz de
la diplomacia rusa lamentó que el documento "justifique de hecho la
operación punitiva en el sureste de Ucrania" y que intente "achacar la
responsabilidad de las violaciones de los derechos humanos a 'fuerzas
prorrusas'".
"Y todo esto ocurre pese a que muchas de las
acciones de las autoridades de Kiev presentan signos de crímenes de
guerra y de delitos contra la humanidad", agregó.
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