Kiev, 15 feb (EFE).- El presidente de
Ucrania, Víktor Yanukóvich, apoyará la celebración de referéndum "sobre
los asuntos más sensibles" para los ucranianos, como por ejemplo la
reforma de la Constitución y el modelo de Estado, si los ciudadanos
recogen las firmas necesarias para poner en marcha una iniciativa
popular.
"No lo puedo prohibir, cuando la gente empiece a
unirse, crear grupos de iniciativa y recoger firmas", dijo el líder
ucraniano en una entrevista emitida anoche por el canal de televisión
local "Inter".
Sin embargo, el propio Yanukóvich cree que "no
es el momento" para avanzar hacia un modelo territorial de federación,
una cuestión que ha resurgido con renovada fuerza en las últimas semanas
como posible solución a la histórica división del país entre el oeste
europeísta y el este industrial, más proclive a la cooperación con
Rusia.
"Es una idea que desde hace tiempo recorre los
pasillos, tanto en la política como en la sociedad. Pero ahora no es el
momento. (...) Es una cuestión que debe ser estudiada y sopesada",
apuntó el presidente ucraniano.
Por otra parte, Yanukóvich
insistió en que no prevé ninguna medida de fuerza para resolver la
prolongada crisis política y social que se ha instalado hace casi tres
meses en Ucrania, después de que el Gobierno de este país aplazara la
firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea.
"Quiero
decir que me han empujado y me empujan hacia el uso de esos medios (...)
pero no quiero ir a la guerra. (...) Quiero conservar el Estado y
restablecer un desarrollo estable. Es mi objetivo. Y todo lo que estamos
haciendo ahora lo hacemos para restablecer la paz en el país", apuntó.
La actual crisis en Ucrania se desató a finales de noviembre pasado
después de que Yanukóvich aplazara la firma del Acuerdo de Asociación
negociado con la Unión Europea.
Dos meses más tarde, con el
centro de Kiev tomado permanentemente por miles de manifestantes
opositores, el Gobierno aprobó un paquete de leyes represivas que fue
respondido con violencia por los manifestantes más radicales, que se
enfrentaron a la policía antidisturbios.
Seis personas
murieron en los choques y centenares resultaron heridos, a lo que siguió
un proceso de negociaciones entre las autoridades y la oposición que
cristalizó en la dimisión del Gobierno del primer ministro Mikola Azárov
y revocación de las polémicas leyes.
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