Arturo Escarda
Moscú, 15 feb
(EFE).- Rusia recuerda hoy el 25 aniversario de la retirada de las
tropas soviéticas de Afganistán, tras una guerra de casi diez años
considerada el Vietnam de la Unión Soviética y uno de los factores que
precipitó la desintegración de la gran potencia comunista.
La
fecha se conmemora en medio de una vieja polémica, aunque de baja
intensidad, sobre la valoración histórica que debería tener una guerra
considerada como poco injusta por la mayoría de los rusos.
Mientras que los soldados rusos que lucharon en aquel conflicto reclaman
hoy un reconocimiento oficial por parte del Gobierno, además de la
equiparación de sus derechos a los veteranos de la Segunda Guerra
Mundial, las autoridades argumentan que no es necesario.
"La
heroicidad y la hombría de los combatientes soviéticos en Afganistán no
necesita ser revalorada. Los "afgantsi" (afganos, (como se conoce en
Rusia a los veteranos del conflicto) siempre serán auténticos patriotas
para el país y para el pueblo", dijo hoy el viceministro de Defensa
ruso, Nikolái Pankov.
Sin embargo, la Unión Rusa de Veteranos
de Afganistán (URVA) considera vigente la valoración negativa que hizo
en 1989 el Congreso de Diputados Populares de la Unión Soviética sobre
el envío diez años antes de tropas soviéticas al vecino país
centroasiático.
"La valoración, insostenible política y
jurídicamente, del Congreso de Diputados, que señaló que la guerra de
Afganistán fue una aventura fracasada, no ha sido revisada hasta el día
de hoy", subrayó el legislador oficialista y líder de la URVA, Franz
Klintsévich.
Le respondió su compañero de filas en Afganistán y
también en el grupo parlamentario de la oficialista Rusia Unida, Borís
Grómov, para calificar de "tontería" esa iniciativa.
"Creo que
ahora, 25 años después de la retirada del contingente limitado de las
tropas soviéticas de Afganistán, emitir valoraciones políticas sobre
aquella guerra no es sólo inconsecuente, sino además una tontería", dijo
a Interfax el general que comandó la retirada del 40 ejército
desplegado en Afganistán.
Un cuarto de siglo después de la
retirada soviética, Estados Unidos -que armó y entrenó a los muyahidines
para que diezmaran a su enemigo y minaran con ello la viabilidad de
toda la Unión Soviética- prepara hoy su propia retirada de Afganistán al
frente de la OTAN, doce años después de empezar su guerra en ese país.
"Los aliados (fuerzas afganas y la coalición internacional) no lo han
hecho mejor que los soviéticos. Sus pérdidas (más de 14.000 fallecidos,
entre ellos más de 2.300 estadounidenses) ya se acercan a las que
tuvieron nuestras tropas en Afganistán", observó Klintsévich.
A
diez meses de la fecha límite para abandonar el país centroasiático,
inmerso en guerras y conflictos desde hace al menos 35 años, la alianza
internacional y el Pentágono analizan la experiencia soviética de 1989.
"Cooperamos en este sentido con los estadounidenses. Retirar las
tropas de Afganistán será una tarea complicada", dijo al respecto el
líder de la URVA que también preside el comité de Defensa en el
Parlamento ruso.
Más de 15.000 soldados soviéticos fallecieron
en combate durante la campaña soviética en Afganistán (1979-89),
mientras que al menos otros 50.000 volvieron a sus casas heridos o
mutilados.
La Unión Soviética vivía sus últimos años, víctima
de sus crecientes problemas económicos y territoriales, mientras cientos
de miles de soldados (más de 620.000 en la década que duró el
conflicto) luchaban en una guerra en la que pocos creían en medio de una
intensa crisis ideológica.
La intervención militar fue
condenada por Occidente, y en particular por Estados Unidos, que
organizó un boicot a los Juegos Olímpicos de Moscú de 1980, al que se
adhirieron varias decenas de países.
Tras la retirada
soviética, comenzó en Afganistán una cruenta guerra civil entre diversas
facciones muyahidines hasta que en 1996 los talibanes, un movimiento
radical islamista, tomaron Kabul para luego implantar gradualmente su
régimen integrista en casi todo el territorio afgano.
Después
de los atentados del 11-S perpetrados por Al Qaeda, los talibanes se
negaron a entregar a Osama bin Laden -muerto en mayo de 2011 en
Pakistán-, quien se escondía en su suelo, y Estados Unidos decidió
invadir Afganistán con el apoyo de la comunidad internacional.
Las tropas estadounidenses derrocaron pronto al régimen del mulá Omar,
pero en la última década los talibanes han recuperado terreno.
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