Moscú, 10 ene (EFE).- La cuota de caza de
ballenas grises de este año para los aborígenes rusos es de 120
ejemplares, cinco menos que en 2013, informó hoy un portavoz de la Unión
de Cazadores Marinos de la región rusa de Chukotka, limítrofe con
Alaska.
"En 2014 se podrán capturar 120 animales en línea con
las cuotas para un período de seis años establecidas por la Comisión
Ballenera Internacional (CBI) que estima en no más de 720 las ballenas
grises que corresponden a los cazadores de Chukotka", señaló la fuente a
la agencia oficial RIA-Nóvosti.
La CBI prohibió la caza de
ballenas en 1986, excepto para las minorías étnicas como los chukchi
rusos o los inuit canadienses, cuya subsistencia depende de la captura
de esos cetáceos.
En la reunión celebrada en julio de 2012 en
Panamá, la comisión estableció nuevas cuotas para el período 2013-2018,
aunque algunos países cazan ballenas indiscriminadamente con fines
comerciales, como Japón.
Además, los chukchi tienen derecho a
capturar 30 ballenas de Groenlandia durante el mismo período de seis
años, pero la dificultad de su traslado y procesamiento debido a su gran
tamaño desanima su caza entre los aborígenes del Extremo Oriente.
"En noviembre pasado nuestros cazadores capturaron por primera vez en
tres años una ballena de Groenlandia, por lo que difícilmente nos
acercaremos a la cuota", dijo el portavoz.
En Chukotka, región
separada de Alaska por el estrecho de Béring, existen ocho asociaciones
de caza marina que agrupan a 325 cazadores y que también se dedican a
la captura de morsas y al pastoreo de renos.
La carne de
ballena representa un 46 por ciento de la ración diaria de los chukchi,
que obtienen de ella carne, medicinas y materiales para construir
viviendas y embarcaciones, además de utilizar su piel y los huesos para
hacer ropa y piezas de artesanía.
Los chukchi aprovechan la
ballena íntegra, empezando por la piel, que cruda o hervida se sirve en
el plato llamado "mantak", y el "tajtuk", hecho con los riñones del
cetáceo.
Con las entrañas, los aborígenes alimentan a los
perros que arrastran los trineos y a los zorros y otros mamíferos que
las mujeres guardan en jaulas para aprovechar su piel.
De los
tendones de la ballena se elaboran fibras resistentes para fabricar
ropa, calzado y canoas y su grasa es el combustible básico para calentar
y alumbrar las viviendas durante la oscura y larga temporada invernal.
La ballena gris del Pacífico Oeste (llamada también "Ojotsk
Coreana"), en estado adulto puede alcanzar los catorce metros de
longitud y pesar entre 20 y 40 toneladas.
Esos cetáceos pasan el invierno a la altura de la Baja California y el verano en las costas de Alaska y Chukotka. EFE
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