La rusa Nadezhda Tolokónnikova, la
carismática líder del grupo punk Pussy Riot sentenciada a dos años de
cárcel, permanecerá en el hospital hasta el final de su condena en marzo
de 2014, anunciaron hoy los servicios penitenciarios.
"Una
comisión especial tomó el domingo esa decisión. Anteriormente, ella
misma había expresado su deseo de permanecer en esa institución médica",
dijo Yekaterina Brotsman, portavoz penitenciaria en la región siberiana
de Krasnoyarsk, a la agencia oficial RIA-Nóvosti.
Tolokónnikova se encuentra desde mediados de noviembre en el Hospital
para Tuberculosos de Krasnoyarsk, la mayor clínica adscrita a los
servicios penitenciarios de toda Siberia.
De esta forma, las
autoridades satisfacen la petición de la joven, que fue ingresada en ese
hospital tras 26 días de traslado desde la prisión de la región europea
de Mordovia, a casi 4.000 kilómetros de Krasnoyarsk.
Hasta
que el hospital le encuentre una ocupación a la joven, ésta "participa
muy activamente en las actividades culturales" del centro, según la
fuente.
"Ella canta y baila. Ahí coincidieron nuestros
intereses y sus capacidades. Participará con seguridad en los conciertos
de vísperas del Año Nuevo. Tenemos baladas de rock y canciones de pop.
El repertorio es bastante variado", comentó.
La abogada de la
Pussy Riot, Irina Jrunova, aseguró a la prensa que su clienta le dijo
que junto a otras internas tomaría parte en conciertos durante una gira
por diferentes penitenciarías de la región.
Según la prensa
local, Tolokónnikova podría beneficiarse de la amnistía que la Duma o
Cámara de diputados se propone declarar en breve con ocasión del 20
aniversario de la Constitución rusa, ya que tiene una hija menor de
edad.
A finales de septiembre Tolokónnikova se declaró en
huelga de hambre para exigir su traslado a otra prisión tras denunciar
los abusos en la cárcel de Mordovia donde estaba internada desde octubre
de 2012.
Tolokónnikova denunció en la prensa rusa amenazas de
muerte por parte de compañeras de celda y la administración de la
cárcel, y los abusos, los malos tratos y las torturas a los que son
sometidas permanentemente las internas.
Junto a su compañera
María Aliójina, Tolokónnikova fue condenada a dos años de cárcel por
escenificar en febrero de 2012 una "plegaria punk" contra el Kremlin en
la Catedral de Cristo Salvador de Moscú, el principal templo ortodoxo
del país
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