Los manifestantes ucranianos se han
parapetado en la Plaza de la Independencia de Kiev horas después de
elevar y ampliar las barricadas erigidas con sacos terreros, neumáticos y
nieve, con la ayuda de cientos de voluntarios que acarrean sin cesar
materiales.
La icónica plaza, epicentro de la revuelta
pacífica proeuropea contra el Gobierno del presidente Víktor Yanukóvich,
se encuentra hoy casi por completo rodeada por parapetos de unos 3 o 4
metros de altura.
Estas defensas ante una posible incursión
policial solo dejan unas pequeñas entradas en cada extremo de la plaza
para que la gente entre y salga de lo que se ha convertido en un
gigantesco campamento, lugar de mítines, conciertos, asambleas y
ceremonias religiosas y que el próximo domingo espera acoger una nueva
"marcha del millón".
En su interior, varios miles de personas
de todas las edades continúan dispuestas a seguir allí -o a acudir cada
día- hasta que logren la renuncia de Yanukóvich y su Gobierno, a quienes
llaman "la banda", por haber renunciado a Europa.
El número
de tiendas de campaña ha aumentado considerablemente con la instalación
por decenas de voluntarios de algunas muy grandes provenientes de restos
militares.
En una de ellas, Tarás, un joven vestido con
pantalón de camuflaje como muchos de sus compañeros y que ha vivido 14
años en el sur de España hasta su regreso hace dos meses a Ucrania,
explica que está allí "en busca de una vida mejor para nosotros y
nuestros hijos".
"No nos moveremos de aquí hasta la victoria",
es decir, la renuncia de las autoridades, dice a Efe, y añade que no
tiene claro si regresará a Roquetas de Mar, la localidad costera del sur
de España donde aún reside su hija.
"Depende de cómo acabe
esto", señala, mientras en la gran tienda militar algunos activistas
dormitan tapados por mantas y otros comen algunos de los alimentos
donados por voluntarios.
Grupos y cantantes ucranianos animan a
los manifestantes desde el escenario montado en la plaza, donde también
se da paso a políticos que arengan a la gente.
Cualquier
lugar es bueno para plantar banderas nacionales azules y amarillas o
para portar prendas con esos tonos, desde bufandas, hasta gorros o lazos
para las trenzas de las chicas.
Incluso un piano llevado por
voluntarios a las puertas del cercano Ayuntamiento, donde siguen
instalados varios cientos de activistas desde el 1 diciembre, ha sido
pintado con los colores nacionales.
Allí, músicos
profesionales o aficionados amantes de ese instrumento hacen un alto en
su camino para sentarse e interpretar alguna pieza, clásica o
tradicional, a veces acompañados por las voces de otros paseantes.
A primera hora de la tarde local, miles de manifestantes marcharon
por la avenida Kreschátik, que parte de la Plaza de la Independencia
hacia la sede del Tribunal de Apelaciones, que hoy veía los recursos de
varios opositores detenidos hace casi dos semanas tras enfrentamientos
con la policía antidisturbios.
Los participantes en la marcha
coreaban consignas contra el presidente de Ucrania, con gritos como
"¡Yanukóvich get!" ("¡Fuera Yanukóvich!"), en medio de un mar de
banderas.
Poco después se anunció que nueve de los detenidos en los graves incidentes del 1 de diciembre quedaron en libertad.
A otro lado de la plaza, centenares de partidarios de Yanúkovich se
congregaron frente a la Rada Suprema (Parlamento) y diputados del
gobernante Partido de las Regiones (PR) se dirigieron a los concentrados
desde un escenario.
"Yo, como diputado popular, y mis
compañeros de partido hemos recibido numerosas cartas y solicitudes en
las que la gente expresa su preocupación sobre la situación y su deseo
de participar en un mitin indefinido en apoyo de la política
presidencial", dijo Andréi Pinchuk, legislador oficialista.
Mientras, tras el llamamiento lanzado ayer por Yanukóvich para sentarse
en una mesa redonda nacional con la oposición, el ministro ucraniano de
Exteriores, Leonid Kozhar, rechazó hoy la posibilidad de una mediación
internacional para buscar una salida a la crisis.
"Creo que
esta es una medida extrema que demostraría la incapacidad tanto del
Gobierno como de la oposición de mantener conversaciones constructivas",
señaló.
Pero el dirigente opositor Vitali Klitschkó insistió
hoy en que sólo participarán en la mesa redonda nacional si se cumplen
las condiciones de dimisión del Gobierno, liberación de los presos y
castigo para los responsables de las represiones policiales.
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