El presidente ruso, Vladímir Putin, remitió
hoy a la Duma o cámara de diputados una amnistía general que podría
beneficiar a algunos opositores, a los activistas de Greenpeace y a las
dos jóvenes condenadas del grupo punk Pussy Riot.
Según el
Kremlin, el proyecto de amnistía con ocasión del 20 aniversario de la
Constitución rusa se propone la liberación de los condenados socialmente
más desfavorecidos y de aquellos presos que hayan aportado una
destacada contribución al país.
Entre esas categorías,
figurarían los condenados por delitos cometidos cuando eran menores de
edad, las embarazadas, las mujeres con hijos y las mayores de 55 años,
los hombres que hayan superado los 60 y los inválidos de ciertas
categorías.
Además, también figurarían aquellos que
participaron en la liquidación de la secuelas de la catástrofe nuclear
de Chernóbil (1986), los militares y efectivos del Ministerio del
Interior, o los veteranos de guerra.
La amnistía únicamente
beneficiará a los que hayan sido sentenciados a penas de no más de cinco
años de cárcel, con la excepción de los menores de edad que hayan
delinquido antes de cumplir los 16 años, según las agencias rusas.
Además, tampoco serán amnistiados aquellos que hayan cometido delitos
que incluyan el uso de la fuerza, delitos de sangre o crímenes que
representaran una amenaza para la sociedad.
Según Vladímir
Vasiliev, vicepresidente de la Duma y dirigente del partido oficialista
Rusia Unida, en total serán amnistiados unas 25.000 personas y no las
100.000 de las que el Comité de Derechos Humanos adjunto al Kremlin
habló en un primer momento.
Según informa hoy el diario
"Izvestia" en su versión digital, la amnistía podría beneficiar a
Nadezha Tolokónnikova y María Aliójina, las dos jóvenes de Pussy Riot
condenadas a dos años de cárcel por su "plegaria punk" en el mayor
templo ortodoxo del país, ya que ambas tienen hijos menores de edad.
La amnistía también contempla la puesta en libertad de los acusados
de gamberrismo, en virtud del artículo 213 del código penal, entre los
que figurarían ocho de los opositores procesados por participar en los
disturbios antigubernamentales del 6 de mayo de 2012.
También
figurarían en esa categoría los 30 tripulantes del rompehielos de
Greenpeace "Arctic Sunrise", que fueron puestos en libertad bajo fianza,
pero que no pueden abandonar Rusia hasta la conclusión del proceso
judicial por intentar encadenarse a una plataforma petrolífera en el
Ártico ruso.
Tanto los activistas de derechos humanos como la
oposición extraparlamentaria expresó hoy su decepción por el hecho de
que la amnistía no sea más amplia y afecte a todos los presos políticos,
incluido el otrora hombre más rico de Rusia, Mijaíl Jodorkovski.
El fundador de la petrolera Yukos no sólo no saldrá de la cárcel,
sino que la Fiscalía anunció la pasada semana que el multimillonario aún
es objeto de varias investigaciones penales, entre ellas una acerca de
lavado de dinero por valor de 10.000 millones de dólares.
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