La jefa de la diplomacia europea, Catherine
Ashton, estará en Kiev el martes y el miércoles para reunirse con el
Gobierno, la oposición y la sociedad civil y promover así un diálogo
para que se resuelva la actual crisis política en Ucrania.
La
portavoz comunitaria de Exteriores Maja Kocijancic confirmó la estancia
de dos días en la capital ucraniana de la alta representante de la
Política Exterior y de Defensa Común de la Unión Europea (UE), según
indicó durante la rueda de prensa diaria de la institución comunitaria.
El presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso,
pidió el domingo al presidente ucraniano, Víctor Yanukóvich, que reciba a
Ashton en la conversación telefónica que mantuvieron ambos líderes,
explicó por su parte la portavoz comunitaria Pia Ahrenkilde.
Ashton se reunirá en Kiev "con todos los actores de ambas partes: el
Gobierno, la oposición y la sociedad civil" para "apoyar una salida de
la crisis política en Ucrania", indicó Kocijancic, quien negó que se
trate de un papel de mediación formal.
"Hemos abogado
enérgicamente por que haya un diálogo político en Ucrania que ponga fin a
la crisis", recalcó, al tiempo que afirmó que Ashton trasladará este
mensaje de la UE a las partes.
La UE también insiste en la
necesidad de que se investiguen los episodios de violencia registrados
contra "manifestantes pacíficos" y "todo lo demás que pasó después",
señaló su portavoz.
Preguntada si la UE quiere que los
manifestantes abandonen sus protestas, Ahrenkilde afirmó que el papel de
la Comisión Europea (CE) no es pronunciarse sobre acciones específicas
en Ucrania por parte de los ciudadanos, sino "apoyar las libertades de
los ucranianos para expresar sus aspiraciones europeas".
Más
de 100.000 personas, según la policía ucraniana, y hasta un millón,
según la oposición, desbordaron el domingo las calles del centro de Kiev
para exigir la dimisión inmediata de Ejecutivo de Nikolái Azárov y la
convocatoria de elecciones anticipadas, tanto parlamentarias como
presidenciales.
La oposición amplió a la mayoría de los
edificios oficiales del llamado 'barrio gubernamental' de Kiev el
campamento de la protesta instalado hasta ahora y desde hace una semana
en la Plaza de la Independencia, en la que miles de opositores pernoctan
rodeados de barricadas en tiendas de campaña.
Miles de
personas levantaron nuevos campamentos y barricadas en los accesos a las
principales sedes gubernamentales de la capital.
El Servicio
de Seguridad de Ucrania (SSU) anunció la apertura de una causa penal por
"acciones dirigidas a la toma del poder del Estado", un delito que,
según la Constitución ucraniana, va contra la seguridad nacional y puede
ser castigado con penas de hasta diez años de cárcel.
La
oposición ucraniana calificó de "provocación" la apertura de la
investigación penal por parte de los servicios secretos, mientras que el
líder del partido opositor Batkivshina, Arseni Yatseniuk, dijo que el
gobierno del presidente Víctor Yanukóvich se prepara para declarar el
estado de excepción.
Los líderes de la oposición europeísta,
que no perdonan a Yanukóvich su renuncia a firmar el Acuerdo de
Asociación con la UE, también le exigieron la liberación de los
detenidos en el violento desalojo de la plaza del pasado fin de semana y
el castigo a los responsables de aquella acción represiva.
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