La oposición ucraniana presentó hoy sus
condiciones para el diálogo con el presidente Viktor Yanukóvich, cuyo
objetivo final sería la firma del Acuerdo de Asociación entre Ucrania y
la Unión Europea, cuya renuncia fue el detonante de las actuales
protestas.
"Éste no es el ultimátum de la oposición, sino el
ultimátum del pueblo ucraniano", afirmó Arseni Yatseniuk, líder
parlamentario del principal partido opositor, Batkivschina, durante una
rueda de prensa.
Las tres condiciones de la oposición
unificada, que integra tanto a liberales como a nacionalistas, son la
dimisión del Gobierno, la liberación de los manifestantes detenidos y el
castigo de los que ordenaron la represión violenta de las
manifestaciones pacíficas.
En estos momentos, ascienden a 16
los detenidos en las protestas antigubernamentales que estallaron el
pasado 21 de noviembre y que el pasado fin de semana fueron disueltas
por la fuerza por los efectivos antidisturbios de la Policía.
Tras el cumplimiento de esas condiciones, la oposición estaría dispuesta
a sentarse en la mesa de negociaciones con las autoridades para formar
un Gobierno técnico que se encargaría de negociar la asociación con la
Unión Europea (UE) y solicitar ayuda financiera al Fondo Monetario
Internacional.
Además, ese Gobierno provisional debería
convocar elecciones presidenciales y parlamentarias anticipadas, una vez
reformada la Constitución.
"Cualquier negociación solo podrá
comenzar después de que Yanukóvich cumpla estas tres condiciones que
plantea no la oposición, sino millones de ucranianos", señaló.
Yatseniuk, que estaba acompañado por el líder de UDAR (Golpe), el
boxeador Vitali Klitschkó, y el nacionalista Oleg Tiagnibok, también
llamó a los ucranianos a acudir mañana, domingo, al mediodía al mitin
más multitudinario desde el estallido de la ola de protestas.
La oposición espera reunir a más de un millón de personas en la Plaza de
la Independencia, conocida ya como Euromaidan (maidán es plaza en
ucraniano), en un intento de emular a la Revolución Naranja de 2004 que
logró aparcar del poder a Yanukóvich.
Anoche, el primer
ministro ucraniano, Nikolái Azárov, se mostró dispuesto a dialogar con
la oposición, pero con la condición de que sus activistas desalojen el
Ayuntamiento y la Casa de los Sindicatos, y dejen de bloquear el trabajo
de las instituciones públicas.
"Estoy abierto al diálogo.
Vamos a empezar el diálogo, pero que se vayan a sus casas: tienen
familias, hijos, que se dediquen a sus asuntos. Seguramente, en algún
lugar trabajarán ¿Qué necesidad hay en estar allí tanto tiempo?", dijo.
Azárov aseguró que el Gobierno ya ha cumplido una de las condiciones
de la oposición para entablar un diálogo que es abrir una investigación
sobre el uso de la violencia para disolver las protestas.
"Esto debe terminar y en esto me apoyaron todos los ministros de
Exteriores con los que me reuní en la XX reunión del Consejo de
Ministros de la OSCE. Todos insistieron en que esto no es normal, que no
es la vía europea de desarrollo sobre la que tanto se habla en el
Maidán", señaló.
El primer ministro tachó esta semana a los
manifestantes de "nazis, criminales y extremistas" que buscan desbancar a
"las autoridades legítimas del país".
Por otra parte,
Yatseniuk, cuyo partido está encabezado desde la cárcel por la
convaleciente ex primer ministra, Yulia Timoshenko, denunció hoy que
Yanukóvich se proponer firmar el 17 de diciembre un acuerdo para el
ingreso en la Unión Aduanera (UA) encabezada por Rusia.
Las
informaciones aparecidas hoy en la prensa internacional de que
Yanukóvich se había comprometido el viernes con Moscú a ingresar en la
UA a cambio de 15.000 millones de dólares de crédito y una rebaja de la
tarifa del gas a menos de 200 dólares cada mil metros cúbicos alertaron a
la oposición ucraniana.
No obstante, tanto el Kremlin como la
Presidencia ucraniana negaron hoy rotundamente que Yanukóvich y el
presidente ruso, Vladímir Putin, hubieran siquiera tratado ayer ese tema
en el balneario ruso de Sochi (mar Negro).
Ucrania ha
decidido restablecer los intercambios comerciales con su vecino del
norte, que había amenazado con introducir medidas proteccionistas en
caso de que Kiev se asociara con los Veintiocho el pasado 29 de
noviembre en la cumbre de la Asociación Oriental en Vilna.
Mientras, la policía ucraniana acordonó hoy el edificio de la televisión
de Kiev en previsión de que los manifestantes opositores intenten
obstruir sus labores, como ya ocurre con el Gobierno, el Parlamento y la
Administración Presidencial.
En respuesta, los manifestantes,
que recibieron hoy en Kiev el respaldo del expresidente georgiano,
Mijaíl Saakashvili, anunciaron su intención de bloquear pacíficamente
los edificios de tres canales de televisión.
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