Gobierno ucraniano da un ultimátum a las protestas en presencia de la OSCE

Las autoridades ucranianas dieron hoy un ultimátum a los manifestantes opositores para que desbloqueen la sede del Gobierno en presencia de la OSCE, que llamó al diálogo durante una conferencia ministerial marcada por destacadas ausencias.

Las autoridades ucranianas dieron hoy un ultimátum a los manifestantes opositores para que desbloqueen la sede del Gobierno en presencia de la OSCE, que llamó al diálogo durante una conferencia ministerial marcada por destacadas ausencias.

"Los manifestantes deben garantizar el funcionamiento de las instituciones estatales. Esperamos que los ciudadanos ucranianos respeten las leyes", aseguró Valeri Mazán, el nuevo jefe de la Policía de Kiev.

Mazán manifestó que, conforme a una decisión judicial, los opositores tienen cinco días para desbloquear el edificio situado en el centro de la capital ucraniana.

"Estamos tomando todas las medidas necesarias para resolver pacíficamente esta situación", señaló el funcionario, quien aseguró que, en caso contrario, se utilizarán todos los medios a disposición de la policía para garantizar el cumplimiento de la ley.

Los manifestantes opositores siguen controlando el edificio del Ayuntamiento de Kiev y la Casa de los Sindicatos, y bloquean parcialmente las sedes del Gobierno, de la Administración Presidencial y de la Rada Suprema (Legislativo).

La Rada tampoco pudo celebrar su sesión plenaria de hoy después de que diputados opositores impidieran el acceso a la mesa de la presidencia de la Cámara y se constatara la falta de quórum para iniciar la reunión.

Mientras, pese a que las temperaturas siguen descendiendo, cientos de activistas, que demandan la convocatoria de elecciones presidenciales y parlamentarias anticipadas, siguen congregados día y noche en la Plaza de la Independencia de Kiev, conocida ya como Euromaidán (maidán es plaza en ucraniano).

"Entre los que protestan hay fuerzas extremistas (...) que intentan ocupar los edificios públicos. Se han apoderado de la sede de Ayuntamiento", denunció hoy Nikolái Azárov, primer ministro ucraniano, durante la conferencia de la Organización para la Cooperación y Seguridad en Europa (OSCE).

Azárov, quien esta semana pidió disculpas ante el Parlamento por el uso de la fuerza contra los manifestantes el fin de semana pasado, admitió que "las protestas son un fenómeno normal para una democracia que se desarrolla".

Pero, aunque se manifestó comprensivo con el motivo de las protestas -la negativa del Gobierno a firmar un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea- aseguró que hay fuerzas políticas que aprovechan el descontento popular para luchar contra las "autoridades legítimas" del país.

Durante una reunión con la secretaria adjunta de EEUU para Asuntos Europeos, Victoria Nuland, Azárov se mostró dispuesto a crear un grupo para negociar con la oposición, aunque sólo después de que los manifestantes desbloqueen la sede del Ejecutivo.

Mientras, la representante de la Unión Europea (UE) en la conferencia de la OSCE llamó al Gobierno y a la oposición ucranianas a un "urgente diálogo".

"Llamo a todas las fuerzas políticas a iniciar un urgente diálogo para encontrar una solución mutuamente aceptable a sus actuales discrepancias", afirmó Helga Schmid, directora política del Servicio Europeo de Acción Exterior.

Schmid subrayó que una solución política es la única posible para la crisis y respaldó los planes de la OSCE de abrir una investigación sobre el uso de la violencia contra los manifestantes pacíficos en Kiev.

Mientras, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, tachó de "histérica" la reacción de Occidente a la negativa ucraniana de asociarse con los Veintiocho y rechazó las críticas contra Moscú vertidas durante la conferencia de la OSCE.

En cuanto a las protestas, aseguró que Rusia está a favor del respeto a la ley vigente y aboga por el regreso de la situación política al cauce constitucional.

En la cita ministerial hay ausencias importantes, como la del secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, cuyas respectivas oficinas de prensa negaron que estuvieran vinculadas a la decisión de Kiev de no firmar el acuerdo con los Veintiocho.

Mientras, la encarcelada ex primera ministra ucraniana Yulia Timoshenko se propone continuar la huelga de hambre que declaró el 25 de noviembre en apoyo de las protestas antigubernamentales, según afirmó hoy su abogado.

Timoshenko, que ha llamado a la UE a no vincular su situación con la firma del acuerdo con Kiev, fue uno de los líderes de la Revolución Naranja de 2004, en la que la oposición protestaba como ahora contra Víctor Yanukóvich, actual presidente ucraniano.

Los tres primeros presidentes en la historia de Ucrania, Leonid Kravchuk, Leonid Kuchma y Víctor Yúschenko, han expresado en una carta abierta su apoyo a las protestas populares.

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