Ucrania no quiere bajarse del tren europeo y
asegura que aprovechará la puerta que ha dejado abierta Bruselas para
poner en marcha el Acuerdo de Asociación que no quiso firmar hoy el
presidente ucraniano, Víctor Yanukóvich, en Vilna.
El
mandatario ucraniano afirmó durante la cumbre de la Asociación Oriental,
que concluyó hoy en la capital de Lituania, que su país mantiene la
intención de firmar el documento llamado a acercar a esta antigua
república soviética a los valores y estándares de la Unión Europea.
La cita que reunió en Vilna a los líderes de 30 países europeos y que
se presentaba para algunos como la última oportunidad para alejar a
Ucrania de la órbita de Rusia confirmó una vez más que Kiev sigue
empeñado en abrirse a Europa sin renunciar a sus relaciones con Moscú.
Yanukóvich insistió hoy en su reciente propuesta de celebrar
negociaciones tripartitas (Ucrania, UE y Rusia), una posibilidad
rechazada hoy tanto por el presidente de la Comisión Europea, José
Manuel Durao Barroso, como por el líder del Consejo Europeo, Herman Van
Rompuy.
"No es necesario ningún formato trilateral para las
negociaciones. Los tiempos de las soberanías limitadas en Europa se han
acabado", aseveró Barroso, quien calificó de "absolutamente inaceptable
la participación de terceros en una negociación bilateral".
También Van Rompuy subrayó en la rueda de prensa celebrada a la
conclusión de la cumbre que la UE no acepta "cortapisas de Rusia a las
relaciones de la Unión Europea con sus socios orientales".
"Más de una vez hemos dicho que las acciones de Rusia en relación a los
países de la Asociación Oriental no se corresponden con cómo se llevan
las relaciones internacionales en el siglo XXI", recalcó.
Al mismo tiempo, Barroso recordó que Ucrania ya había rubricado el Acuerdo de Asociación.
"Respetamos la soberanía. El acuerdo ya fue rubricado con la soberana
Ucrania, y cuando consensuamos un acuerdo bilateral, los dos debemos
acordar que se trata de un asunto bilateral", apuntó el presidente de la
Comisión Europea.
A su vez, la presidenta lituana, Dalia
Grybauskaite, insistió en que la Unión Europea no está dispuesta a
"regatear" con Ucrania, a cuyo Gobierno criticó por "frenar de manera
unilateral su avance hacia la UE".
"La elite ucraniana, el
Gobierno ucraniano podrían cambiar su postura. La Unión Europea no está
dispuesta a seguir regateando. Todos los postulados (del Acuerdo) ya se
conocen. No habrá otros nuevos", dijo Grybauskaite, que ostenta la
presidencia rotatoria de los Veintiocho.
Las condiciones para
la firma del acuerdo "son las mismas" que se habían planteado a Kiev
antes de que el Gobierno ucraniano decidiera suspender su rubrica,
reiteró por su parte Van Rompuy.
La mandataria lituana puso
nueva fecha en la que Ucrania podría firmar el acuerdo con Bruselas: la
próxima cumbre de la Asociación Oriental que se celebrará en Riga
(Letonia) en el primer semestre de 2015, cuando el vecino báltico de
Lituania asuma la presidencia rotatoria de la UE.
Mientras,
Yanukóvich hizo oídos sordos a los argumentos de la UE e insistió en
poner condiciones, principalmente económicas aunque también de otro
orden.
Pidió a sus socios europeos una "labor conjunta sobre
un programa de ayuda a Ucrania", que permita al país "prepararse para
las secuelas negativas del período inicial que, sin lugar a dudas,
sentirán las capas más desfavorecidas de ucranianos" tras la firma del
Acuerdo.
Kiev cifra en 160.000 millones de dólares el monto
necesario para la homologación de su industria y su producción, sin
contar con el coste que supondría en dinero y empleo la pérdida del
mercado ruso.
Además, indicó que requieren esfuerzos en otros
ámbitos de las relaciones entre Ucrania y la UE y mencionó como asunto
prioritario la eliminación del régimen de visados para los ciudadanos
ucranianos.
"Estoy convencido de que la mejor demostración de
que la Unión Europea quiere abrirnos sus puertas sería la exención
inmediata de los visados para los ciudadanos de Ucrania", recalcó.
Lituania, que ostenta la presidencia rotatoria de Europa, no pudo
apuntarse el tanto de sumar a Ucrania al proyecto europeo como pretendía
en la que iba a ser la cumbre de la Asociación Oriental más importante
de la historia.
Concluida la cumbre, parecen logros menores
los preacuerdos de asociación con la UE que sí firmaron hoy Georgia,
firme candidato a no dejarse presionar por Moscú y seguir hasta el
final, y Moldavia, cuyo primer ministro anunció hoy mismo que intentará
encajar "los deberes" que le ha puesto Europa y "el diálogo con Rusia",
algo que se antoja difícil a la vista del ejemplo ucraniano.
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