Los líderes de los países de la Unión Europea
(UE) y la Asociación Oriental comienzan hoy en la capital lituana una
cumbre ensombrecida por la decisión de Ucrania de renunciar en el último
momento a asociarse con los Veintiocho, fiasco del que Bruselas culpa a
Rusia.
La firma del acuerdo entre Ucrania y la UE se preveía
como el acontecimiento central de la tercera cumbre que celebra la
Asociación Europea desde que, en 2009, comenzó su andadura para buscar
la convergencia de los asociados con las leyes y los estándares
comunitarios.
Ucrania es, con diferencia, el país más grande y
poderoso de las seis antiguas repúblicas soviéticas que participan en
la Asociación Oriental, que agrupa además a Armenia, Azerbaiyán,
Bielorrusia, Georgia y Moldavia, y de ahí la importancia de su renuncia a
firmar -de momento, como aseguran sus autoridades- el acuerdo con la
UE.
El Gobierno de Kiev arguyó motivos de carácter
estrictamente económico para suspender la firma de Acuerdo de
Asociación, que se negoció durante años y que hubiera supuesto un paso
gigantesco en el acercamiento de Ucrania a la UE.
"Cuando
alcancemos un nivel (económico) que sea confortable para nosotros,
cuando éste sirva a nuestros intereses, cuando acordemos condiciones
normales, entonces hablaremos de la firma (del acuerdo)" declaró el
presidente de Ucrania, Víctor Yanukóvich, en vísperas de su viaje a
Vilna.
Según Bruselas, el plantón ucraniano se debió a las presiones de Rusia.
Los presidentes de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao
Barroso, y del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, han manifestado que
la UE "desaprueba con fuerza la postura de Rusia" y recalcaron que
Ucrania tiene que decidir "libremente qué tipo de compromiso busca con
la Unión Europea".
Pero no sólo Ucrania ha renunciado a
asociarse a los Veintiocho: Armenia ha hecho lo mismo y en vísperas de
la cumbre de Vilna anunció su decisión de sumarse la Unión Aduanera,
organización de integración económica que lidera Rusia e integra a otras
dos antiguas repúblicas soviéticas: Bielorrusia y Kazajistán.
El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, expresó su
profunda desazón por el hecho de que Ucrania y Armenia hayan renunciado a
sus planes de firmar sendos acuerdos de asociación en la cumbre de
Vilna.
"Es especialmente lamentable que las decisiones de
estos países de reconsiderar sus opciones hayan sido adoptadas bajo
presión externa", dijo Schulz, quien añadió que la UE debe decir, "en
voz alta y con toda claridad", que la presión de Rusia contra los socios
orientales es "simplemente inaceptable".
La cumbre comenzará
esta tarde con una cena de trabajo de los jefes de Estado y Gobierno que
tendrá lugar en el Palacio de los Grandes Duques de Lituania.
Mañana por la mañana se dará al bienvenida oficial a las delegaciones
que asisten a la cumbre, tras lo cual se celebrará la ceremonia de la
firma de sendos preacuerdos de asociación de Moldavia y Georgia con la
UE.
Tras la foto de familia, comenzará la plenaria de la
cumbre, a cuyo término Durao Barroso, Van Rompuy y la jefa de Estado
lituana, Dalia Grybauskaite, en su condición de presidenta de turno de
la UE, ofrecerán una rueda de prensa.
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