El Tribunal Internacional del Mar ordenó hoy a
Rusia a liberar el barco de Greenpeace "Arctic Sunrise" y a toda su
tripulación en cuanto Holanda, bajo cuya bandera navegaba la
embarcación, pague una fianza de 3,6 millones de euros.
El
tribunal, con sede en la ciudad alemana de Hamburgo, estableció esta
garantía bancaria como medida provisional mientras se constituye un
tribunal de arbitraje que dirima el conflicto,
Por diecinueve
votos contra dos, los jueces del tribunal atendieron la demanda
holandesa y determinaron que Rusia, que no participó en la vista al no
reconocer la autoridad de la corte en este caso, debe permitir que los
activistas abandonen el país y sus aguas territoriales en cuanto se
deposite la garantía.
"La situación del barco 'Arctic Sunrise'
no entra dentro de la jurisdicción del Tribunal del Mar", reiteró el
ministerio ruso de Asuntos Exteriores en un comunicado nada más conocer
el auto.
Las autoridades rusas han concedido ya la libertad
bajo fianza a 27 de los treinta activistas encarcelados en septiembre
por haber organizado una protesta contra una plataforma de la petrolera
pública rusa Gazprom en el Ártico.
No obstante, el Servicio de
Migración de Rusia ha asegurado que los activistas no pueden abandonar
el país hasta que se celebre el juicio que se está instruyendo en su
contra por un delito de gamberrismo, penado con hasta siete años de
cárcel.
El Tribunal Internacional del Mar (ITLOS) atendió con
su resolución las peticiones del Gobierno holandés, que reclamó la
aplicación de medidas provisionales alegando que mantener inmovilizado
el barco "Arctic Sunrise" y detenida a su tripulación tendría
"consecuencias irreversibles".
Según la documentación aportada
en el juicio e incluida en el auto hecho público hoy, antes de
interponer su demanda ante el ITLOS Holanda preguntó a Rusia si
procedería a la liberación de los activistas a cambio de una fianza,
pero nunca obtuvo respuesta de Moscú.
"La urgencia de la situación exige que el Tribunal disponga medidas provisionales", subraya el ITLOS en el auto.
En opinión de los jueces, el hecho de que Rusia no compareciera en la
vista oral no supone un impedimento para dictar esas medidas, ya que
Moscú declinó presentar sus alegaciones a pesar de tener la posibilidad
de hacerlo y su actitud no debe perjudicar los derechos de la parte
holandesa.
Rusia alegó que no aceptaba un procedimiento de
arbitraje al defender que solo ha aplicado el derecho ruso en su
territorio, pero el ITLOS avaló hoy la jurisdicción de un tribunal de
arbitraje en este caso ante los dispares argumentos de las dos partes.
En aplicación de la Convención del Derecho del Mar, el ITLOS instó a
ambas partes a cumplir de forma inmediata las medidas provisionales
fijadas hoy y a presentarle el próximo 2 de diciembre sendos informes al
respecto.
En su auto, el Tribunal tomó en consideración los
argumentos presentados por Holanda, que subrayó los perjuicios
"irreversibles" de mantener la embarcación inmovilizada y a la
tripulación del barco privada de libertad.
Sobre el "Arctic
Sunrise", Holanda destacó en concreto que la imposibilidad de que Rusia
garantizara el "mantenimiento intensivo" que necesita un rompehielos de
esas características, con el consiguiente riesgo para la navegabilidad
del barco y también para el medioambiente, por el peligro de fugas de
combustible.
Por el momento los tribunales de San Petersburgo
que llevan el caso han concedido la libertad bajo fianza de 2 millones
de rublos (46.000 euros) a la gran mayoría de los activistas, detenidos
desde el pasado 19 de septiembre.
Tras ser acusados de
piratería, delito que conlleva una pena máxima de quince años de cárcel,
los cargos se rebajaron a gamberrismo.
Los activistas
proceden de Rusia, EEUU, Argentina, Reino Unido, Canadá, Italia,
Ucrania, Nueva Zelanda, Holanda, Dinamarca, Australia, Brasil, República
Checa, Polonia, Turquía, Finlandia, Suecia y Francia.
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